En otro artículo damos cuenta de la inauguración, en el Espacio Huecha de Alberite de San Juan, de la exposición de Miguel Mainar. Pero, la jornada contaba también con otro aliciente, dado de Miguel Ángel Domínguez, el fundador del Espacio, renovaba las salas de la planta baja en las que muestra, de forma permanente, algunas de sus esculturas.
Son obras que impresionan por su
extraordinaria fuerza creativa y su capacidad para reinterpretar elementos de
la Naturaleza, recubiertos con ese característico tinte blanco, convirtiéndolos
en expresión de su fuerte personalidad, como también ocurre con su pintura,
aunque en ella sean otros los tonos que predominan.
Son dos las salas en las que expone sus
esculturas. En una de las cuales, lo que fueran enormes troncos y ramas, transformados
merced a su capacidad creadora, destacan sobre el rojo suelo de la sala y las
paredes de piedra, dialogando con algunos de los cuadros del artista.
En otra sala y en ese bonito pasillo
por el que se accede al jardín, puede verse la obra de Miguel Mainar, en la que
destacan esos cuadros que asemejan trabajos en cuero, entre los que llaman poderosamente
la atención esa “Transfiguración” que da nombre a la muestra.
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