jueves, 24 de octubre de 2024

Obras de Buenaventura Salesa en Borja

 

         La adquisición, en subasta, del autorretrato del pintor borjano Buenaventura Salesa, además de representar la llegada a nuestra ciudad de una obra de especial importancia, ha vuelto a despertar el interés por este destacado artista, nacido en Borja, el 15 de julio de 1756, que está a la espera de que le sea dedicada la monografía que merece y una exposición de su obra.

         Por el momento, hemos creído oportuno volver a recordar aquellas obras suya que se conservan aquí y, en otros artículos, algunas de las existentes en otros lugares, por considerar que es el mejor homenaje, al alcance de nuestras posibilidades que, por el momento, podemos tributarle.


         Comenzamos con el retrato de Fernando VII que se conserva en el Salón de Reyes de la Casa Consistorial de Borja, del que se sabía que era obra era de Salesa. Sin embargo, había pasado desapercibido que dicha obra fue firmada por su autor e, incluso, se barajó la hipótesis de que se tratara de un trabajo precipitado realizado para un acto de exaltación al monarca, celebrado en Zaragoza, que fue encargado a Buenaventura Salesa y que tuvo que llevar a cabo de manera muy rápida. De ahí que, por tratarse de un retrato del que no se sintió especialmente complacido, fuera enviado a su ciudad natal para cumplir el encargo recibido de la corporación municipal.

 

         Pero, fue Enrique Lacleta, cuando estaba fotografiando los lienzos del citado Salón de Reyes, quien  se percató de los detalles que dimos a conocer como primicia en este blog.

 

Centrándonos en la parte del retrato en la que el rey sostiene en su mano derecha un pliego, teniendo a la izquierda una mesa sobre la que están colocados la corona y el cetro, símbolos de la monarquía y otros documentos apilados, podemos ver que ese pliego puede leerse: “A los Reales pies de Vuestra Majestad Católica, la Ilustre, Noble, Leal, Saqueada [y] Fidelísima Ciudad de Borja, Suplicante”, en clara alusión a los títulos usados por Borja y al memorial elevado al rey para que fuera compensada por los daños sufridos en el transcurso de la Guerra de la Independencia.


         Lo anteriormente citado se conocía ya, pero de lo que no nos habíamos percatado es que, en los documentos de la mesa se lee perfectamente: “A los Reales Pies de Vuestra Majestad Católica, su Pintor de Cámara Buenaventura Salesa suplicante”.

         Salesa había sido nombrado Pintor de Cámara por Carlos IV, tomando posesión del cargo el 28 de septiembre de 1799 y, lógicamente, siguió ocupando este puesto durante el reinado de su hijo y sucesor Fernando VII.

 

         La referencia anterior podría ser considerada como clara alusión a su autoría, pero Enrique Lacleta se percató de otro detalle mucho más explícito, el de la inscripción pintada en el borde de la mesa, en la que se hace constar: “Buenaventura Salesa pint. año 1814”, lo que nos proporciona además el año de su realización.

Teniendo en cuenta que falleció en 1819, estamos ante una obra de su última etapa que, desde luego, no puede ser destacada entre las mejores que salieron de sus manos, pero sobre la sería conveniente estudiar su origen, su encargo y su llegada a Borja.


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