Con sus 3.718 metros,
el Teide es la cima más alta de España. Situado en la isla de Tenerife, reúne otras
particularidades como el hecho de ocupar el tercer puesto entre todos los
volcanes del mundo, dado que desde su base, en el fondo del océano Atlántico,
alcanza una altitud de 7.500 metros, sólo superada por el Mauna Koa y el Mauna
Loa, ambos en las islas Hawai y, por cierto, también visitado este último por
un expedicionario borjano.
Pero
hoy queremos referirnos a la ascensión realizada por Fernando Martínez Gómez a
la cima del Teide, iniciada desde Montaña Blanca y que, tras dormir en el
refugio Altavista (3.270 metros), logró coronar al día siguiente, fotografiándose
con un pañuelo de nuestra ciudad.
En
aquellos momentos, las rachas de viento eran de 70 km por hora y la sensación
térmica de -15º C. De ahí, su abrigado aspecto en el cráter del volcán.
Tras su proeza,
descendió a Roques de García, esa roca singular que aparecía en los antiguos
billetes de mil pesetas y, desde allí fue al cráter del Pico Viejo, visitando el mirador (3.497
m.) y la cumbre (3.134 m.)
Al
dejar constancia de la “hazaña” de este alpinista borjano, queremos recordar
otra “gesta” similar, protagonizada a finales de 1974, por este otro joven
nacido en nuestra ciudad que con traje y zapatos de calle, aunque pertrechado
con guantes y un chaquetón de mar, pudo fotografiarse junto a la cruz que,
entonces, se encontraba en la cima de esa mítica montaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario