D. Jesús Arcega López ha tenido la amabilidad de enviarnos una
completa información sobre la forma en que se ha venido celebrando en Albeta la
fiesta de San Antón, localidad en la que existe una cofradía que tiene al Santo
por titular.
La víspera del 17 de
enero, cada vecino encendía una hoguera en la puerta de su casa. Tras la
pavimentación de sus calles, el número de hogueras se ha ido reduciendo,
reuniéndose grupos de vecinos para encenderlas. Por otra parte, el Ayuntamiento
también enciende otra mayor frente a la Casa Consistorial. Cuando las
condiciones lo permitían se asaban viandas en sus brasas que se compartían
entre todos. Hoy se mantiene esta costumbre pero en la hoguera municipal, donde
se preparan teniendo en cuenta el número posible de asistentes.
Desde
tiempo inmemorial, es costumbre hacer disparos de salvas con las armas de caza,
coreando al unísono todas las personas presentes el grito de “¡Viva San Antón!”,
antes y después de los disparos.
También
se mantiene la tradición de saltar las hogueras cuando las llamas surgen con
más fuerza, como prueba de valor y osadía de los mozos que lo llevan a cabo.
Ya el
día del Santo, se cantaba hasta mediados del siglo XX la Aurora por las calles
de la localidad, deteniéndose en los lugares establecidos, precedidos por el
toque de una campanilla. Un gran impulsor de esta tradición fue el sacerdote
borjano D. Eugenio Villafranca Aragón que tan gran labor realizó en esa
parroquia. La letra de esta Aurora, que no está recogida en el libro de D.
Ramón Borobia, donde sí aparece la de la Virgen del Rosario, sus Gozos y la
despedida, se iniciaba con estos versos:
Solista: Por servir a Dios en su pureza;
A Dios en su pureza.
Todos: Se fue a los desiertos;
Se fue a los
desiertos
San Antonio Abad.
Se fue a los
desiertos
San Antonio Abad.
Posteriormente,
se celebraba la Misa Solemne y la procesión con la imagen del Santo, cuya
peana, adornada con roscones, llevaban cuatro cofrades. Actualmente, la fiesta
se celebra el domingo posterior más próximo al 17 de enero y, después de la
Eucaristía, se bendice a los animales en calle situada al lado de la puerta.
Lo que
ha dejado de celebrarse es la Misa que por las almas de los cofrades fallecidos
se celebraba el día siguiente de la fiesta, a pesar de la obligación
establecida en las ordinaciones de la cofradía y la multa (cuatro reales) que
debían abonar quienes no asistieran a ella.
Recordamos
que en la iglesia parroquial hay un retablo dedicado a San Antón, el cual fue
restaurado en 2003 por la Excma. Diputación Provincial en la Escuela Taller “Bartolomé
Bermejo”, de ella dependiente en aquellos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario