Uno de
los parajes más pintorescos de nuestro entorno es el conocido como “La Mora
encantada”, situado muy cerca de Bulbuente. Se trata de una hondonada natural
que está cerrada en uno de sus lados por un gran farallón, al que se abren unas
“enigmáticas” cuevas.
Estas
cuevas, a las que se accede por un estrecho sendero, están comunicadas entre sí
verticalmente y en el interior se encuentra una roca, que dio origen a esa
leyenda de la mora convertida en piedra, que ahora se representa cada año,
junto a la torre de Bulbuente. Al parecer, la piedra sería el cierre de este
espacio utilizado, en el pasado, como silo para almacenar el grano.
El
pasado verano, un equipo de arqueólogos ingleses realizó unas catas, ahora
cubiertas, en la parte superior de la cresta y, aunque no conocemos los
resultados, al parecer pudieron constatar la existencia de un asentamiento de
época musulmana.
En
nuestra visita pudimos constatar la existencia de grandes sillares, algunos con
acanaladuras, reutilizados en los muros de contención de las fincas de los
alrededores, que pudieron pertenecer a una torre desaparecida que se levantaría
en esa zona.
Aconsejamos
a nuestros lectores una visita a ese lugar, dada su belleza, así como la del
recorrido hasta allí que, con ánimo, se puede realizar por el camino de Sopez.
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