El 27
de enero de 1934 nació en Magallón D. Elisardo Pardos Bauluz. Era hijo de D. Elisardo
Pardos Germes (1902-1954), prototipo de médico rural y un hombre de enorme
prestigio en toda la comarca. Destinado, como médico titular, a esa localidad,
contrajo matrimonio con Dª Rosario Bauluz García Belenguer, perteneciente a una
ilustre familia.
Siguiendo
la estela de su padre, cursó la carrera de Medicina, aunque posteriormente se
decantó por la Odonto-Estomatología y, tras obtener el título de especialista,
se estableció en Soria, donde destacó por su preparación científica. Fue
pionero en la introducción de la Ortodoncia moderna de aparatología fija y
formó parte de numerosas sociedades científicas, entre ellas la Sociedad
Iberoamericana de Ortodoncia, la Sociedad Americana de Ortodoncistas, la
Sociedad Europea de Ortodoncia y la Sociedad Española de Ortodoncia.
Pero,
además, D. Elisardo Pardos Bauluz fue un intelectual en el que ha destacado su
faceta humanista y su dedicación a la Historia. En el Centro de Estudios
Borjanos conservamos dos de sus obras: Magallón.
Apuntes históricos de la villa y tierra, prologada por su hermano Vicente,
en la que vertió todo su cariño hacia su localidad natal. La otra, se titula El Santuario de Misericordia y Hospital
Sancti Spiritus de Borja, cuyo prólogo corrió a cargo de otro ilustre
personaje vinculado con Magallón, D. Fernando Lázaro Carreter.
Falleció
en Zaragoza el 11 de noviembre de 2016 y poco meses antes visitó el Centro de
Estudios Borjanos para hacernos entrega de todos sus escritos perfectamente
encuadernados, momento en el que fue tomada la fotografía que precede a estas
líneas.
El 27 de enero de 1959
falleció en Zaragoza D. Emilio Alfaro Lapuerta. Nacido en Borja el 16 de
febrero de 1903, fue un hombre dotado de una gran personalidad que desbordó,
con creces, los límites de su profesión como periodista, a la que dedicó su
vida, para impregnar distintos ámbitos de la Cultura aragonesa, durante la
primera mitad del siglo XX.
Su actividad
periodística se inició en la redacción de El
Día, un periódico zaragozano que dirigía D. Anselmo Gascón de Gotor y en el
que Emilio Alfaro colaboraba en diferentes secciones, entre ellas la de
Grafología.
Pasó después a La Voz de Aragón, donde muy pronto
destacó como excelente profesional. Por eso, cuando se creó la Hoja del Lunes, le ofrecieron su
dirección que desempeñó hasta su fallecimiento. Colaboró, asimismo, en
numerosas revistas como Mundo Hispánico o La Gaceta Española, siendo elegido
Vocal del Consejo Nacional de Prensa.
En 1941 fue nombrado
Académico de Número de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de
Zaragoza. Fue además Consejero de la Institución “Fernando el Católico”, vocal
del Patronato del Museo de los Sitios y secretario de la Federación Vitícola
Aragonesa. También estaba en posesión de la Encomienda de la Orden del Mérito
Civil.
Una de sus grandes
preocupaciones fue la salvación del palacio de Sada, en la villa de Sos, por
ser la casa en la que nació el rey Fernando el Católico, al que dedicó varios
trabajos. Pudo lograrlo y disfrutar del inicio de la rehabilitación de ese
conjunto urbano. Su incesante labor en pro del Patrimonio Cultural aragonés
permitió la salvación de otro excepcional monumento, el palacio de Sástago,
ahora propiedad de la Diputación Provincial.
Para los borjanos, su
recuerdo permanece unido a su condición de Cronista Oficial de la ciudad. Por
otra parte, aquí quiso tener su casa y, bajo Maleján, en las proximidades del
Hueca, mandó levantar una bellísima “torre”, rodeada de jardines que perpetúa
la memoria de este hombre bueno que tanta influencia tuvo en los asuntos
borjanos, durante aquellos años.
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