Los mojones, como señal de los límites
de los respectivos términos municipales, forman parte también de nuestro
Patrimonio Cultural, aunque en un mundo en el que se ha impuesto la utilización
del GPS o la cartografía a partir de la fotografía aérea, hayan dejando de
cumplir su principal cometido.
Antaño, uno de los jurados de Borja
debía recorrer cada dos años todo el perímetro de los llamados, entonces, “términos
generales de la ciudad”, para comprobar el estado de los mojones. Iba
acompañado de un notario y de “montaneros”, así como de dos jóvenes para que
aprendieran, desde temprana edad la situación de los mismos.
Hace unos días, durante nuestra visita
a la Mora Encantada”, pudimos fotografíar el mojón existente en el camino de
Sopez, la antigua calzada que, desde la antigüedad, conducía a Tarazona.
Junto al mojón aparece el rótulo que delimita
el Coto de Caza, una tipo de señal que, por la prodigalidad de su empleo,
constituye ahora la mejor referencia para conocer los límites de un término
municipal.
Además
del de Bulbuente, no sabemos si todavía se conservan muchos más. Conocemos los
que marcan, por Valcardera, la muga con Navarra, algunos de los cuales
visitamos hace algunos años. Nos gustaría que nuestros lectores nos informaran
de la situación de otros, para dejar testimonio documental de lo que, como decíamos,
son elementos patrimoniales de interés.
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