Los
nietos del ilustre médico D. Juan José Rivas Bosch han tenido el acierto de
dedicarle un homenaje, por medio de una publicación cuyo prólogo ha sido
escrito por otro miembro de la familia D. José Luis Melero Rivas y el epílogo
ha corrido a cargo de su sobrino D. Manuel Gracia Rivas, Presidente del Centro
de Estudios Borjanos.
Porque
D. Juan José era nieto de D. Pablo Rivas Altemir que se había establecido en
Borja, a mediados del siglo XIX, creando un importante negocio de fabricación
de cubas, en unos momentos de especial auge de la producción vitivinícola.
Aquí
se casó con Dª. Basilia Foncillas Castro con la que tuvo varios hijos. Es
especialmente recordado por su militancia política, dado que fue uno de los
integrantes de la Junta de Gobierno que se hizo cargo del Ayuntamiento de
Borja, tras la revolución de 1868, conocida con el nombre de “La Gloriosa”.
El
heredero del negocio familiar fue su primogénito D. Feliciano Rivas Foncillas
(1851-1933) que llegó a ser Alcalde de Borja en dos ocasiones, militando
siempre en el Partido Liberal.
El
menor de los hijos fue D. Rufino Rivas Foncillas que cursó la carrera de
Medicina en la Universidad de Zaragoza y, posteriormente, se trasladó a Uruguay,
aunque sus visitas a Borja fueron frecuentes, pues solía viajar periódicamente
desde esas lejanas tierras y aquí puso en marcha algunas empresas, como la
fábrica de sulfuro que siguió en funcionamiento hasta fechas avanzadas del
siglo XX.
Otro
hijo del matrimonio Rivas-Foncillas fue D. José el cual marchó desde Borja a
Zaragoza, donde creó una fábrica de pasta para sopas y contrajo matrimonio con
Dª. Emilia Bosch Salas.
De él
nació D. Juan José Rivas Bosch que también cursó la carrera de Medicina, probablemente
siguiendo el ejemplo de su tío. En la obra Médicos aragoneses ilustres, D.
Fernando Zubiri Vidal, trazaba una hermosa semblanza suya, afirmado que era “un
hombre trabajador, estudioso, competentísimo, callado, modesto y bueno, y
además uno de los últimos representantes de una forma de hacer la profesión
médica completamente distinta a la actual: genuina representación del médico de
familia o médico de cabecera”.
Doctorado
en la Universidad Central y profesor de la de Zaragoza, entre sus muchos méritos
destaca el haber sido el fundador de la Beneficencia Municipal en 1905 y
miembro de la Real Academia de Medicin de Zaragoza, así como Presidente del
Colegio de Médicos y Vice-Presidente, en dos ocasiones, del Consejo General de
Médicos de España.
La
publicación de esta obra no ha podido ser más oportuna en unos momentos en los
que se ha lanzado la propuesta de retirarle la calles que le fue dedicada en la
capital aragonesa, no por otras razones sino por su condición de médico
ejemplar.
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