Hace algún tiempo, cuando visitamos Tierga siguiendo las huellas de D. Severino Aznar, que nació en esa localidad, pudimos ver en su actual cementerio el monolito dedicado a la memoria de quienes fueron fusilados, junto con D. Baltasar González, a pesar de que no estuvieron sepultados en ese lugar.
Al parecer se llegaron a efectuar excavaciones
para localizar los cuerpos de los fusilados, a pesar de que allí existe una
fosa común con otro monolito en el que se indica que en ese lugar fueron depositados
todos los restos del antiguo cementerio, que no fueron inhumados en nichos por
sus familiares. Además, se hace mención expresa a que ese cementerio de
encontraba en el solar donde fueron construidas las escuelas municipales.
Este es el Grupo Escolar, inaugurado en
1950, que lleva el nombre de D. Severino Aznar, al igual que la avenida
(carretera) en el que está ubicado. Ha venido funcionando hasta ahora como CRU,
de manera intermitente, en función del escaso número de alumnos de la localidad.
En el muro exterior hay un mural,
firmado por “Pablo G.”, al que no hemos identificado, tiene como lema “Tierga
juega por la igualdad”.
Tras nuestra parada en el Grupo Escolar,
nos dirigimos al lugar en el que fue fusilado D. Baltasar, junto con las otras
personas. Conocíamos su ubicación, merced al testimonio de quienes, desde la lejanía,
vivieron aquellos trágicos momentos. Fue en el km. 20 de la carretera de Ainzón
a Tierga.
Ese lugar no fue elegido de manera
casual. Es el punto en el que se encuentra el límite entre los términos municipales
de Tabuenca y Tierga. En la actualidad, como indican los correspondientes
carteles, allí está la “frontera” entre la comarca del Aranda y la de Campo de
Borja.
Fue el comandante de puesto de la
Guardia Civil de Tabuenca quien se hizo cargo de los detenidos en el cuartel de
Borja y, acompañado por varios números de ese cuartel, los llevó hasta el lugar
en el que iban a ser fusilados.
Sin embargo, para evitar realizar después las diligencias
que, como responsable del puesto de Tabuenca, hubiera tenido que llevar a cabo
posteriormente, eligió un punto situado ya dentro de la jurisdicción del puesto
de Calcena, del que dependía la localidad de Tierga, a cuyo cementerio fueron
llevados los cadáveres, cuando los “descubrieron” al día siguiente, y enterrados
en una fosa común de su cementerio, de la que, no mucho mas tarde, fue exhumado
el cuerpo de D. Baltasar (a petición de su viuda) para trasladarlo al panteón
que hay a la entrada del cementerio de Borja.
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