Mientras nosotros esperábamos pacientes la llegada de las vacas a la Estanca, cosa que no ocurrió, Enrique Lacleta trató de captar los momentos que siguieron a la huida de esa vaca, supuestamente brava, en la que se empeñaron todos los caballistas.
Ello le permitió lograr fotografías tan bonitas como las que reproducimos de los caballos buscándola entre las fincas y los altozanos donde están los numerosos aerogeneradores de la zona.
Puede parecer sorprendente que, con tan
elevado número de caballos, no pudiera ser localizada. Según le relataron a
Enrique la res evadida contaba con un localizador por GPS, a pesar de lo cual
aún no habían llegado a conocer el lugar en el que se encontraba, ni los más inexpertos
acertábamos a saber cómo pudo huir antes de que pudieran evitarlo.
Mientras tanto, el camión fue llevado
al lugar con el fin de embarcarla inmediatamente en caso de que pudieran traerla
hasta él, cosa que no pudo lograrse.
Cansados de “apatrullar”, algunos de
los jinetes emprendieron el camino de retorno a Borja. Entre ellos, este
simpático trío que dijeron procedían de Villanueva, Murchante y Cascante. Dos
de ellos era David y Mikel y estaban muy interesados en verse reflejados en
nuestro blog.
También son muy bonitas las imágenes
captadas con los caballistas marchando con la imagen de Borja al fondo.
Cuando este artículo ya estaba escrito, nos han informado de que, a últimas horas de la tarde, fue encontrada la vaca y, con la ayuda de los mansos, sacada del lugar donde estaba “escondida” y llevada hasta el camión.
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