A la entrada del cementerio de Borja se encuentra ubicado el que es, sin duda, el más bonito panteón de los que allí se conservan. Rematado por la figura de un ángel, con una Cruz detrás, fue mandado construir por el general D. Ricardo Álvarez de Espejo y González de Castejón, III marqués de González de Castejón, hijo de la II marquesa, Dª Teresa González de Castejón y Arnedo, con la que quiso reposar en ese mausoleo del que, por el momento, no conocemos al autor.
En la parte anterior del mismo aparece, en el centro, la Cruz
Laureada de San Fernando, con la que había sido galardonado. A la izquierda el
distintivo del Arma de Ingenieros, a la que perteneció; y, a la derecha, una
cruz que no nos atrevemos a identificar pero que, desde luego, no es la de
Calatrava de cuya Orden fue caballero.
De ahí, la grata sorpresa que hemos
recibido al constatar en nuestra visita al cementerio que esta bella muestra de
arquitectura funeraria ha sido restaurada, limpiándola y reponiendo las bolas
que faltaban y todas las cadenas. Todo ello, por iniciativa del actual titular del marquesado.
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