Un año más, por iniciativa del párroco D. José María Sánchez Becerril y, de conformidad con el acuerdo adoptado por el Consejo Parroquial, el pasado domingo 29, último de octubre, se honró en Borja la memoria de todos los mártires nacidos en nuestra ciudad o relacionados con ella, de una u otra forma. Por este motivo, queremos reproducir lo publicado en años anteriores, incorporando las imágenes que nos faltaban de algunos de ellos.
Hasta el momento son cuatro los
mártires que ya han sido beatificados, que vamos a enumerar, siguiendo el orden
de su beatificación. El primero de ellos es el beato fray Martín de San
Nicolás (1598-1618) que, aunque nacido en Tabuenca, tomó el hábito de
religioso agustino en el convento de Borja. Quemado vivo en Nagasaki (Japón) el
11 de diciembre de 1632, fue beatificado por San Juan Pablo II, junto con fray
Melchor de San Agustín, el 23 de abril de 1989. En Borja tiene dedicada una
lápida en el lugar donde estuvo ubicado el convento de agustinos, en la plaza
de España.
El beato Pablo Bori Puig S. J.
(1864-1936) había nacido en El Villet de Maldà (Lleida) y en 1891 ingresó en el
noviciado que la Compañía de Jesús tenía en Veruela, siendo ya sacerdote. A
Borja llegó en 1903 para dirigir unos Ejercicios Espirituales dirigidos a los
jóvenes con tanto impacto que, como consecuencia de ellos, fundó el 26 de
noviembre de ese año la Congregación Mariana, de la que fue Director durante
sus primeros años.
La guerra civil le sorprendió en
Valencia y se refugió en el Asilo de las Hermanitas de los Ancianos
Desamparados pasando por un anciano más, junto con el hermano jesuita Vicente
Sales Genovés, pero delatados por otro de los asilados fueron detenidos y
fusilados el 29 de septiembre de 1936. Fue beatificado por San Juan Pablo II el
11 de marzo de 2001, en la plaza de San Pedro de Roma, junto con otras 232
víctimas de la persecución religiosa en la región levantina.
El beato Antonio Lasa Vidaurreta
(1913-1936) había nacido en Leizu (Navarra), pero su madre, al quedar viuda, se
trasladó a vivir a Borja, con todos sus hermanos y en nuestra ciudad hay
todavía descendientes de ellos. Ingresó como postulante en la Congregación de
Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) y, en 1936,
estaba cursando Teología en la casa que la congregación tenía en Ciudad Real.
Expulsados de la misma y con la aparente promesa de que pudieran trasladarse a
Madrid, al llegar a Fernán Caballero, la primera estación del trayecto, fueron
brutalmente asesinados en los andenes de la misma. Tenía 23 años y fue
beatificado en Tarragona el 13 de octubre de 2013, con otros 522 mártires del
siglo XX en España.
La beata Carmen (Isabel) Lacaba
Andía (1882-1936) era natural de Borja y había ingresado como religiosa
concepcionista en Madrid, el 3 de noviembre de 1902. En 1935 fue elegida
superiora del convento de San José, situado en la calle Sagasti de la capital
de España. En julio de 1936 tuvieron que abandonarlo y, aunque pudo salvarse,
decidió permanecer con otras religiosas enfermas en un piso de la calle Manuel
Silvela, del que fueron sacadas, con extrema violencia, en la tarde del 7 de
noviembre de 1936, por milicianos armados y asesinadas, poco después, en una
plaza de Madrid. Fue beatificada, junto con otras religiosas concepcionistas en
la catedral de la Almudena de Madrid el 22 de junio de 2019, en una solemne
ceremonia en la que estuvo presente una importante representación borjana.
También fueron recordados otros tres
mártires que tienen incoado el proceso de beatificación, sin que hayan sido
declarados hasta el momento beatos, aunque tienen la consideración de “Siervos
de Dios”.
El primero de ellos es el P. Jesús
Ballesta Tejero S.I. (1903-1936) que, aunque nació en el monasterio de
Veruela, sus padres y sus hermanos eran de Borja. Él fue bautizado en Vera de
Moncayo ya que, en esos momentos, sus padres regentaban la hospedería del
monasterio. Educado por los jesuitas,
ingresó en la Compañía de Jesús, siendo ordenado sacerdote en 1932, en Holanda.
Dedicado a la pastoral obrera, en 1936 se encontraba en Madrid, donde fue
detenido el 8 de agosto de 1936 y conducido a la checa Linneo. Allí fue
torturado y, posteriormente, asesinado en la noche de ese mismo día en la
pradera de San Isidro. El 16 de diciembre de 1942 fue incoado su proceso de
beatificación en la diócesis de Madrid-Alcalá. Concluido el 4 de febrero de
1943, fue remitido a Roma donde aún está pendiente de resolución junto al de
otros jesuitas.
Gracias a la amabilidad de Dª. Mabel Mayor, podemos disponer
de una fotografía del P. Mariano Tabuenca Laborda (1875-1936), sacerdote
escolapio, en la que aparece sentado, junto a su tío el P. Manuel Laborda
Domínguez, en el colegio de Barbastro. Fue realizada hacia 1910.
El P. Tabuenca Laborda había nacido en Borja. Tras cursar los
estudios primarios en nuestra ciudad, marchó a Barbastro, bajo la tutela de su
tío. En el seminario de las Escuelas Pías de Peralta de la Sal ingresó en 1889,
siendo ordenado sacerdote en Jaca, en 1899. Todo su ministerio lo desarrolló en
el colegio que los escolapios tenían en Barbastro. Llegó allí con 22 años y se
hizo cargo de la formación de sucesivas generaciones de jóvenes, a los que
impartió Historia, Literatura, Geografía, Derecho y de manera especial Latín,
disciplina de la que fue un excelente profesor. Al comienzo de la Guerra Civil
era el segundo más anciano de la comunidad y estaba enfermo, a pesar de lo cual fue detenido el 19 de
julio de 1936, siendo fusilado por un antiguo alumno suyo al que reconoció.
Junto con otros 110 mártires fue incoado su proceso de beatificación en 2001,
estando pendiente de resolución.
De D. César Manero Zaro
(1874-1936), natural de Borja, nos hemos ocupado en este blog porque, siendo
párroco de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares, fue quien salvo el libro
en el que consta el bautismo de Miguel de Cervantes, siendo asesinado
brutalmente, nada más poner ese documento en manos de quienes lo conservaron.
En 2016, el obispo de Alcalá, incoó la
causa de su beatificación, junto con otras 43 personas: sacerdotes diocesanos,
religiosos y laicos. Finalizada la fase diocesana de la causa en 2019, fue
elevada a Roma, donde está a la espera de su aprobación definitiva.
Finalmente, recordamos a tres
religiosas terciarias franciscanas, nacidas en Borja: Sor Rosa del
Patrocinio de San José Domínguez Irache (1887-1936), su hermana Sor
Teresa del Niño Jesús Domínguez Irache (1900-1936) y Sor Ángeles Aguarón
Tabuenca (1894-1936). Las dos primeras eran hijas de un Guardia Civil que
estuvo destinado en nuestra ciudad, donde nació la primera, mientras que la
segunda vino al mundo en Sos del Rey Católico, en cuyo cuartel estuvo el padre
algún tiempo. Sor Ángeles nació en Borja pero, con 19 años, al quedar huérfana
de padre marchó a Tarazona de donde salió para ingresar en el convento de Santa
María de la Cruz de Cubas de la Sagra (Madrid). Allí estuvieron las tres hasta
que fueron desalojadas por milicianos armados y enviadas a Madrid. Alojadas en
la casa de un tío, el borjano D. Antonio Irache, situado en la calle Castelló,
donde fueron detenidas el 18 de octubre de 1936, siendo trasladadas a una
checa, sin que volvieran a tenerse noticias suyas. No ha sido incoado el
proceso de beatificación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario