domingo, 17 de diciembre de 2023

En la Galería de las Colecciones Reales

 

         Teníamos interés por conocer la Galería de las Colecciones Reales que abrió sus puertas el pasado verano, siendo calificado como el proyecto museístico más importante llevado a cabo en España, desde hace décadas.

         Se trata de un edificio excavado en la roca, que se extiende desde la plaza de la Armería hasta la fachada lateral de la catedral de la Almudena y el Campo del Moro.  Cuenta con dos accesos: desde la cornisa de esa plaza, al nivel del Palacio Real, y desde la Cuesta de la Vega, en la cota más alta de los jardines del Campo del Moro.


El edificio responde al proyecto elaborado por los arquitectos Luis M. Mansilla y Emilio Tuñón que quisieron que formara parte del paisaje natural-artificial de la cornisa poniente de Madrid y que el carácter público y abierto de la plaza de la Almudena. Por eso, resulta prácticamente invisible en esa gran explanada existente entre la catedral y el Palacio Real.

Desarrollado en vertical, es una obra sobria y sencilla, pero, al mismo tiempo, supone todo un alarde arquitectónico: sujeta la cornisa de Madrid con un inmenso muro pantalla. Su fachada se configura a base de pilares de hormigón armado recubiertos por placas de granito en la cara exterior.

En el corto espacio de tiempo transcurrido, el edificio ya ha recibido diez importantes premios de arquitectura, entre los que destacan el primer premio Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM 2016), el FAD de arquitectura en 2017 y el American Architecture Prize (AAP 2017).

 

El interior sorprende por la amplitud de espacios, la luz natural y las vistas hacia el paisaje exterior. En sus diferentes niveles se expone una selección de las impresionantes colecciones reales que, posiblemente, irá siendo reemplazada en el futuro.

La idea de construir un museo para albergar las colecciones procedentes del patrimonio de la Corona surgió durante la Segunda República, pero no fue retomada hasta 1998, lo cual no quiere decir que esas colecciones fueran inaccesibles al público, pues era posible visitar todos los sitios reales, en los que se mostraban y, en algunos casos, contando con espacios expositivos específicos.

Sin embargo, han tenido que transcurrir 25 años para que el proyecto de este nuevo e impresionante museo pudiera llegar a convertirse en realidad, aunque las obras se iniciaron en diciembre de 2006, se ejecutaron en cuatro fases y finalizaron en diciembre de 2015.

El edificio tiene una superficie de más de 40.000 metros cuadrados, de los cuales 8.000 son de uso público. Sus tres salas expositivas son grandes naves diáfanas de 103 metros de largo por 16 metros de ancho, generadas por una sucesión de pórticos de hormigón.

 


En la planta -1 se encuentra la sala arqueológica, donde se han musealizado vestigios de la muralla árabe de gran importancia histórica, porque incluyen la puerta que daba entrada a Madrid. Son restos del origen de la ciudad localizados y datados, sobre los que se ofrece un audiovisual que explica la evolución histórica de la zona.

 



         En ese mismo nivel se encuentra el espacio dedicado a la época de los monarcas de la Casa de Austria, con una amplia muestra de tapices y algunas piezas que nos llamaron la atención, entre otras muchas, a las que no podemos hacer referencia.

         En concreto, la fuente del Águila, encargada por Felipe II para la Casa de Campo, o la imagen de San Miguel, realizada por la famosa escultora Luisa Roldán “La Roldana”, en 1692, que nos recordó al San Miguel de nuestro Museo de la Colegiata.

 



         La planta -2 está dedicada a los Borbones y, de ella, nos limitamos a comentar el manto de la Real Orden de Carlos III, dado que se conserva otro en el convento de la Concepción de Borja, y el espectacular “dessert” (centro de mesa) conocido con el nombre de “Glorias de España”, realizado entre 1802 y 1805 para la Real Casa del Labrador de Aranjuez.

 

         También nos llamó la atención el monumento que, para el Jueves Santo, en el monasterio de la Encarnación diseñó Ventura Rodríguez, ahora cuidadosamente restaurado.

 

         Pero, uno de los mayores atractivos, es la exposición de carruajes que se pueden contemplar en la planta -3, a la que nos referimos ayer al comentar el catálogo de esta exposición temporal, sumamente llamativa. 





         Junto a carruajes de diferentes épocas, todos los cuales aparecen detallados en el catálogo que adquirimos, pueden verse también dos automóviles “Mercedes”, de gran valor histórico, el mayor de los cuales fue uno de los donados por el canciller del III Reich al Jefe del Estado español.



No hay comentarios:

Publicar un comentario