domingo, 31 de diciembre de 2023

Los árboles mueren de pie

 

         Los árboles mueren de pie era el título de una hermosa obra teatral de Alejandro Casona, escrita durante su exilio en México y estrenada en 1949 que, más tarde, fue llevada al cine. Casona (1903-1965) fue uno de los más destacados dramaturgos de la generación del 27, quizás injustamente olvidado.

         La alusión a esa obra (que nada tenía que ver con los árboles) nos sirve de pretexto para comentar que, como todos los seres vivos, los árboles crecen y mueren, pero, aunque a veces terminan su existencia de pie, es frecuente que caigan impulsados por las más diversas causas. Recientemente hemos presenciado el derribo de dos de ellos, uno en el Santuario de Misericordia y el otro en el paseo de Borja.


         Del pino del paseo, ofrecimos imágenes en su momento que, por cierto, entraron en la clasificación de las noticias más leídas en el pasado mes.




         De aquel árbol de retorcidas ramas que presidía la entrada del paseo y en la que el pilar, con el rótulo dedicado a D. Valentín Ruiz Aznar, sostenía una de ellas, fue retirada inmediatamente la rama caída, pero también fueron taladas todas las restantes. Ha quedado el tronco en pie con sus muñones (¿A la espera que broten?) como un símbolo de tantas cosas y, en este caso, haciendo buena la frase de que “Los árboles mueren de pie”.



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