Hace pocos días dimos noticia en este blog de la aparición de la obra El olor de la Edad Media que Consuelo Sanz de Bremond y Javier Traité habían publicado. En nuestra reseña elogiábamos cumplidamente tanto el contenido del libro como su especial publicación. Que no andábamos desencaminados lo demuestra el amplio eco que ha tenido, puesto de manifiesto a través de los principales medios de comunicación, en los que se ha resaltado la valiosa aportación de un trabajo que viene a desmontar muchos de los tópicos sobre una época mucho menos oscura de lo que pudiera parecer.
Ahora, Consuelo ha tenido la amabilidad
de remitirnos su primera novela, La bordadora, que acaba de editar Plaza
Janés, la cual nos ha sorprendido gratamente, tanto por el desarrollo de la trama,
como por la forma en que ha sido resuelta. Pero, de manera especial por la
perfecta ambientación de espacios y personajes, fruto del profundo conocimiento
que la autora tiene de la indumentaria, costumbres y desarrollo de la vida
cotidiana de la época en la que se sitúa la novela.
Caterina, una joven condesa viuda, su
amante Guillén y la bordadora Juana son los protagonistas de la acción que discurre
en Vetonia, una imaginaria ciudad castellana, en la época de los Reyes Católicos.
La calidad de esta “opera prima” nos
hace concebir la esperanza de que nos encontramos ante el inicio de una
brillante trayectoria de Consuelo en el ámbito de la novela histórica que tanto
auge está alcanzando últimamente.
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