viernes, 15 de noviembre de 2024

El retrato de Martín de Azpilicueta por Salesa

         En la colección de grabados de Buenaventura Salesa que ha ido reuniendo el Presidente del Centro de Estudios Borjanos, se encuentra el retrato de Martín de Azpilicueta que, como el ya comentado de Cristóbal de Leyva, formó parte de la serie de retratos de Españoles Ilustres que, entre 1791 y 1819, salieron de la Calcografía Nacional, bajo el impulso del conde de Floridablanca y, posteriormente, del conde de Aranda y de Godoy.

         En total, fueron 114 los retratos impresos que se distribuyeron en cuadernos de seis grabados. El que nos ocupa fue realizado por Manuel Salvador Carmona, a partir de un dibujo de Buenaventura Salesa. Impreso en 1792, formó parte del octavo cuaderno de la colección.    

 


         Martín de Azpilcueta había nacido en Barásoain (Navarra) en 1492, en el seno de una familia noble. Tras cursar estudios de Filosofía y Teología en Alcalá de Henares, se doctoró en Derecho Canónico en la Universidad de Toulouse, donde obtuvo la cátedra de Cánones a los 26 años. Fue, después, profesor de otra universidad francesa, la de Cahors, regresando a España en 1523, para profesar como canónigo regular de San Agustín en Roncesvalles. Al no serle reconocido el doctorado obtenido en Francia, volvió a lograrlo en Salamanca, de cuya universidad fue catedrático durante catorce años. Su prestigio era tan grande que el propio Carlos V acudió a una de sus clases. Por orden del emperador marchó a la Universidad de Coimbra, que acababa de ser fundada, donde ejerció la docencia durante 16 años.

 

         A su jubilación regresó a Navarra y, cuando ya contaba 76 años, Felipe II lo envió a Roma para encargarse de la defensa del primado de España, el cardenal Carranza, procesado por la Inquisición por el supuesto delito de herejía, del que salió absuelto merced  a la brillante defensa de Azpilcueta.

         A lo largo de toda su vida, le ofrecieron importantes beneficios eclesiásticos que siempre rechazó y, en sus últimos años, pudo haber sido creado cardenal en dos ocasiones, lo que no se llevó a efecto por la supuesta oposición del monarca español.

 

         Murió en Roma en 1586, siendo sepultado en la iglesia de San Antonio de los Portugueses. Fue considerado uno de los grandes intelectuales de su época, destacando no sólo por sus conocimientos en Derecho y Teología, sino por sus aportaciones a la Economía, siendo considerado el pionero en la historia de la teoría cuantitativa del dinero.


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