Nuestra participación en los congresos de Europae Thesauri nos permite conocer una serie de importantes monumentos en las ciudades donde se celebran y en las localidades de su entorno. En este caso, destaca la catedral de Toul, en la que destaca su fachada occidental, obra maestra del gótico flamígero.
Dedicada a Saint Ettienne (San Esteban), en ella destacan su gran nave central y sus vidrieras, así como su claustro. Destruida en 1940, fue objeto de una gran restauración. Es preciso destacar que, en Francia, los edificios religiosos, son propiedad del Estado, que se encarga de las obras de mantenimiento.
Nos llamó la
atención la sede episcopal, de notable antigüedad y, en su “tesoro” encontramos
obras muy interesantes, como el relicario con uno de los clavos de la Pasión. A
su gran órgano ya hicimos mención ayer.
En
Saint-Nicholas-de-Port visitamos su hermosa basílica, en cuyo interior se
venera una reliquia de San Nicolás, traída de Turquía por un caballero de la
ciudad, que obró numerosos milagros y se convirtió en patrón de los loreneses,
convirtiendo el templo en importante centro de peregrinación.
En su tesoro,
junto con referencias a la vida del Santo, pudimos ver las cadenas de un
caballero que, durante la sexta Cruzada fue hecho cautivo, logrando su
liberación por intercesión de San Nicolás, al desprenderse las cadenas que lo
aprisionaban, las cuales se muestran en un relicario.
En Nancy, el
monumento más interesante que visitamos fue la capilla de los Cordeliers,
situada junto al palacio de los duques de Lorena, que la convirtieron en su
lugar de enterramiento.
En la nave y en
las capillas laterales se encuentran diversos mausoleos de los duques, entre
los que destaca el de la duquesa Philippe de Gueldre, esposa de René II, una importante
obra de Ligier Richier, bellamente esculpida con la figura yacente de la
duquesa, que viste el hábito de terciaria franciscana.
La reina María Antonieta visitó la capilla donde reposaban los restos de sus antepasados (era princesa de Austria). Todos los sepulcros fueron profanados durante la Revolución. Luis XVIII restauró la capilla redonda, donde fueron depositados, en 1826, en sepulcros de mármol negro.
En esta iglesia contrajo matrimonio,
en 1951, el archiduque Otto de Habsgurgo-Lorena con Regina de Saxe-Meiningen, y
aquí celebraron en 2001 sus bodas de oro. Hemos de recordar que el archiduque
residió muchos años en España.
El último día del
congreso estuvimos en la catedral de Metz, dedicada a San Esteban, un impresionante
monumento gótico cuya nave central alcanza una altura de 41 metros y tiene la
mayor superficie de vidrieras góticas de Europa, con cerca de 6.500 metros
cuadrados.
Pero, junto a
los vitrales medievales, destacan también los realizados por el pintor Marc
Chagall, a finales del siglo XIX.
A la entrada de
la catedral vimos la capilla dedicada a la Virgen del Buen Socorro,
una Virgen negra, revestida con una llamativa túnica blanca.
En su tesoro
destaca la capa que, según la tradición, perteneció a Carlomagno. Fue tomada
por los cruzados, en 1204, cuando la tenía el emperador de Constantinopla. Tras
la derrota francesa, en la II Guerra Mundial, fue capturada por los alemanes, junto
con otras importantes piezas, siendo devuelta a Metz por el general Patton en
1945.
En la cripta,
que data del siglo XVI, se conservan también obras muy interesantes, así cómo
la reproducción (de 1864) del dragón Graoully, que según la leyenda,
atemorizaba a los vecinos de la ciudad, junto con otras serpientes que moraban
en el anfiteatro. San Clemente, llegado de Roma, capturó a la mayor de ellas
(el dragón) y con su estola la llevó hasta el río y le ordenó alejarse. El prodigio
sirvió para que los sorprendidos ciudadanos aceptaran convertirse y recibir el bautismo.
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