Cuando,
tal como informamos en su momento, habíamos concluido de clasificar los fondos
que, procedentes de la antigua Organización Sindical, nos fueron entregados,
acaba de llegarnos otro envío de documentos, libros y revistas que se
encontraban en la Casa Sindical.
En
este caso se trata de los que estaban en una dependencia que utiliza la
Sociedad de Cazadores y, en su mayor parte, formaban parte del archivo de la
Hermandad de Labradores, de la que ya teníamos buena parte del mismo.
Inmediatamente,
el equipo que hemos constituido para este trabajo va a proceder a su ordenación
y conservación en cajas adecuadas, así como al registro de las series de
revistas y la catalogación de los libros, tarea que esperamos concluir en un
tiempo razonablemente corto.
La
sucesiva incorporación de este tipo de materiales, unida a la considerable
cantidad de libros y revistas que habitualmente llegan a nuestro Centro viene a
acentuar el problema de espacio que, para su almacenamiento, tenemos.
Momentáneamente, lo hemos resuelto instalando una serie de estanterías
metálicas, aunque en algún momento habrá que abordar la necesaria ampliación de
la Casa de Aguilar, para que pueda seguir desempeñando uno de sus principales
cometidos, el de servir de depósito de la memoria histórica de nuestra ciudad,
especialmente en época contemporánea.
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