Quienes
visiten el claustro de la colegiata de Santa María de Borja durante estos días
se sorprenderán al encontrar la reja instalada en la capilla de San Isidro, la
única que no disponía de cerramiento.
Procede
del antiguo baptisterio, situado en una de las alas del claustro, frente a la
capilla de la Oración en el Huerto. Construida en época no demasiado remota se
reutilizaron para ella elementos de otra reja anterior que no sabemos dónde se
encontraba.
Ese
espacio está siendo demolido ahora para continuar con la recuperación de los
primitivos ventanales del claustro que, en esa zona, habían sido destruidos
para acomodar al baptisterio, aunque su traza ha vuelto a ser descubierto en el
lateral de la capilla de la Virgen del Carmen.
En
esta imagen se puede apreciar los restos aparecidos de los vanos, en el lugar
señalado anteriormente, así como la reja desmontada que, acertadamente, se ha
decidido reubicar en la capilla de San Isidro.
Lo más
interesante y antiguo es la parte superior en la que aparecen dos animales
mitológicos (no son propiamente grifos pues tienen cuerpo de ave y cabeza de
león) afrontados con una copa central de la que emergen serpientes y una
calavera.
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