Las
medianerías resultantes del derribo de edificios ubicados en los cascos
antiguos de las ciudades suelen ofrecer un deplorable efecto estético que, en
ocasiones, se intenta resolver con soluciones no siempre acertadas.
En la
carrera de San Francisco de Madrid se recurrió, hace ya algunos años, a la
realización de trampantojos con un resultado que, a nuestro juicio, fue
excelente ya que se integra en el conjunto permitiendo reconstruir, aunque sea
de forma virtual la trama urbana.
Para
los que no se hayan percatado sobre dónde se encuentran los trampantojos,
señalamos aquí con dos flechas las medianerías que fueron pintadas. La situada
en primer término reproduce la fachada principal, aunque no tuviera nunca esos
vanos en la lateral. En la de fondo, se le dotó de una perspectiva que resulta
especialmente llamativa.
En
Borja, ese problema ha sido abordado, con mayor o menor fortuna, en diversas
épocas. Sin duda alguna, la intervención de mayor calidad fue la realizada por
el M. I. Ayuntamiento en la plaza de las Canales donde, tras el derribo de una
parte del edificio del fondo para ampliar la plaza, se decoró el muro
resultante con esas pilastras acanaladas, rematadas por un frontón triangular,
que han llegado hasta nuestros días, aunque en muy deficiente estado de
conservación. No puede decirse lo mismo de otras actuaciones posteriores.
Por
ello, hemos querido dar a conocer el recurso a la pintura, dado que en Borja
reside un artista especializado y aunque es indudable que ello entraña un
coste, no muy lejos de aquí, en Añón, un pintor extranjero allí establecido
decoró con escenas y paisajes de la localidad el antiguo frontón, resultando un
conjunto de grandes dimensiones, aunque de características muy diferentes a ese
recurso utilizado en Madrid, al que antes hacíamos referencia.
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