Cuando se tomó la imagen de la postal, probablemente el castillo de Jarandilla de la Vega ya había sido habilitado como Parador Nacional de Turismo, siendo uno de los dedicados a ese cometido que ha hecho posible la recuperación de algunas de las más hermosas fortalezas españolas, aunque dotándolas de la estética que caracteriza a esa red de establecimientos hoteleros.
El
castillo goza de una dilatada historia, vinculada en buena medida a los Álvarez
de Toledo, creados condes de Oropesa y posteriormente duques de Alba. Pero el
acontecimiento más destacado lo constituye el haber servido de alojamiento a
Carlos V cuando, tras su abdicación, se dirigía a Yuste para pasar allí sus
últimos años. Hasta que acondicionaron el monasterio para acogerlo, residió en
este castillo.
A
pesar de que sufrió graves daños durante la Guerra de la Independencia su
estado era relativamente aceptable cuando pasó a poder del Estado para su
transformación en parador.
El
arquitecto responsable de las obras, realizadas en 1966, fue D. Manuel Sáinz de
Vicuña, convirtiéndolo en uno de los más bonitos de la Red de Paradores.
Sirvan
estas imágenes de sus instalaciones como invitación para visitarlo y utilizar
sus servicios que, como los del resto de paradores, son muy bien valorados
sobre todo fuera de España. Recordamos que muy pronto se incorporará a la red
el Parador de Veruela tras las muchas demoras en su entrada en servicio.
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