En la villa segoviana de Turégano se alza esta fortaleza cuya imagen aparecía en la colección de “Castillos de España” y en la que, para los que no la conocían, podía llamarles la atención la espadaña con campanas que sobresalía entre sus muros.
Pero ello obedece a la propia historia
del castillo y de la localidad en la que se alza que, en 1123, fue donada por
la reina Dª. Urraca al primer obispo de Segovia D. Pedro de Agén. Fue este
prelado quien inició la construcción de un templo, dedicado a San Miguel, junto
a la antigua torre. Otro obispo segoviano, Arias Dávila, dio forma definitiva
al castillo en 1471, ciñendo es singular conjunto con muros y torres circulares
en sus ángulos.
El
castillo fue protagonista de hechos históricos relevantes, como la visita de
varios monarcas o la prisión entre sus muros del aragonés Antonio Pérez, Secretario
de Felipe II. En 1994, la diócesis de Segovia cedió el uso del castillo al Ayuntamiento
de la villa por un período de treinta años prorrogables, aunque conservó el
templo.
El
castillo que ha sido objeto de algunas restauraciones se encuentra en buen
estado y puede ser visitado el interior, del que no hemos encontrado demasiadas
imágenes.
Otro
tanto ocurre con el interior de la iglesia de San Miguel, un templo románico
con tres naves, cuya espadaña a la que hacíamos alusión anteriormente, fue
construida al inicio del siglo XVIII.
Creemos
oportuno señalar que en este recorrido que estamos efectuando por algunos
castillos españoles, tanto sólo pretendemos mostrar la evolución que ha tenido
desde que, hace más de cincuenta años, fuera objeto de atención en la colección
de postales que nos sirve de guía. Por ello, las descripciones que ofrecemos
son muy someras, apoyadas en las imágenes que podemos encontrar en Internet,
tanto en páginas oficiales como en las de determinadas personas que los han
visitado.
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