Atendiendo a la invitación formulada por D. Emilio del Caso Foo, en la mañana del pasado jueves, antes de partir para Barcelona, tuvimos la oportunidad de visitar las nuevas instalaciones de Bodegas Borsao, un espectacular espacio de 16.500 metros construidos, que se alza sobre una parcela de 132.500 metros, desde la que puede contemplarse una hermosa vista de nuestra ciudad.
En
el recorrido participaron con nosotros: Dª. Carmen Urbano, Directora General de
Promoción e Innovación Agroalimentaria del Gobierno de Aragón; D. Manuel
Giménez Aperte y D. Luis Zueco Aperte, propietario y gestos de los castillos de
Grisel y Bulbuente; D. Alfredo Cortés; Dª. Roser Mestre de Aragón Exterior; D.
Ramón Añanos de la Cámara de Comercio; D. Roberto Regueiro y Dª. Virginia
Gálvez, de la Ruta de la Garnacha; Dª. Amparo Llamazares y D. Arturo Martínez
Rodes, de Slow Food; y Dª. María Carmen Corellano de la Oficina de Turismo de
Borja.
Por
parte de Bodegas Borsao nos acompañaron junto con su Director Gerente, el
Presidente de las Bodegas D. Raúl Aznar Moros; D. Íñigo Alberto Director adjunto y Director Comercial;
Dª. María Sancho Alberto; responsable de Marketing; D. José Luis Chueca,
Director Enológico; D. Alberto Sebastián, Ingeniero agrícola y D. Guillermo
Rodríguez, Export Manager.
Tras
atravesar los jardines creados ante la fachada de las bodegas, se llega a la
zona de recepción en la que llaman la atención los materiales escogidos para su
construcción: la estructura de madera y el ladrillo rústico cara vista,
autóctono de la zona, que ofrecen la particularidad de su resistencia, el bajo
coste de mantenimiento y la máxima inercia térmica. Además, todos los
materiales son ignífugos o se les ha aplicado un tratamiento de resistencia al
fuego.
En
una dependencia adjunta, el Presidente de la Bodegas les dio la bienvenida y
fue proyectado un vídeo con la historia de las mismas. El Director Gerente
explicó que, en las nuevas instalaciones, se ha efectuado una inversión 16,5
millones de euros, lo que va a permitir aumentar su capacidad de producción y
optimizar sus procesos, para continuar la línea de expansión de las bodegas
cuyos productos ya están presentes en numerosos países.
“Esta
inversión pretende la modernización y el progreso tecnológico, siendo
respetuosos con el medio ambiente” afirmó D. Emilio del Caso para quien los 375
viticultores profesionales que cultivan las 2.200 hectáreas de viñedo,
constituyen el motor principal de las bodegas. Ellos son quienes aportan sus
uvas, preferentemente de la variedad garnacha para la elaboración de unos vinos
cuya calidad viene avalada por los numerosos galardones recibidos, el más
reciente el Gran Oro Zarcillo de este año.
Señaló
también que el año pasado la facturación de Bodegas Borsao fue de 26,3 millones
de euros, con una producción de 12,7 millones de kilos de uva y 8,2 millones
botellas, el 65 % de las cuales fueron para la exportación a otros países.
Desde
allí se dirigieron a la impresionante sala que alberga los 132 depósitos de
acero inoxidable, con una capacidad para más de 9 millones de litros. Allí D.
José Luis Chueca explicó el proceso de elaboración y coupage de los vinos.
La
siguiente parada fue en la línea de embotellado que tiene una capacidad de
procesar 10.000 botellas a la hora. Todo ello con un elevado nivel de
automatización.
Completamente
automatizada está también la sala de procesamiento de las botellas, llamando
poderosamente la atención la forma en la que las instalaciones robotizadas las
van introduciendo en la línea que las conduce a la zona de embotellado.
Otro
aspecto que causa una favorable impresión es la extremada limpieza que se
advierte en todas partes y todas cuentan con espacios reservados para los
útiles precisos para ella.
Quizás,
una de las mayores aportaciones de las nuevas instalaciones ha sido la sala de
crianza de vino que, ahora tiene una capacidad para más de dos millones y medio
de botellas, lo que facilita el adecuado tratamiento de las mismas. Hay que
señalar que, por el momento, la sala de barricas sigue en las antiguas
instalaciones donde, por otra parte, se lleva a cabo el prensado de las uvas y
la fermentación del mosto.
De
grandes dimensiones es también la nave en la que se almacenan las cajas con los
distintos tipos de botellas que elaboran las bodegas, antes de ser distribuidas
por los camiones que acceden a la zona de carga.
En
el exterior pudimos ver el parque fotovoltaico con capacidad para general 80
Kw, el cual va a duplicarse en los próximos meses. No es la única actuación
encaminada a la preservación del medio ambiente, dado que las bodegas cuentan
también con una balsa, de ocho millones de litros de capacidad, que permite la
recuperación de las aguas de lluvia que caen sobre la superficie construida.
Dispone, asimismo, entre otras de una caldera para vapor y agua caliente que
produce 1.500 litros a la hora para su utilización en la limpieza de los
equipos.
El
recorrido finalizó en una sala desde la que se divisan unas espléndidas vistas
de Borja y del exterior de las bodegas, en la que se llevó a cabo una cata de
los más destacados vinos de las bodegas.
En
concreto, el mítico “Tres Picos” que cumple su vigésimo aniversario y el nuevo “Cabriola”
que acaba de ser presentado y que ofrece matices diferentes al anterior. Pero
allí estaban también otros vinos de la bodega, como el “Borsao”, todo un
referente de la misma, el “Bole”, el “Berola” o el “Zarihs”.
Antes
de que D. José Luis Chueca, presentara la cata, intervino D. Íñigo Alberto
quien manifestó su compromiso personal con Bodegas Borsao a la que lleva
vinculado muchos años y dedicó un cariñoso recuerdo a D. José Miguel Sanmartín
que, desde nuestro punto de vista, ha sido el principal artífice del gran
crecimiento de las bodegas y sobre todo del cambio operado en la valoración de
los vinos elaborados con garnacha que de tener una consideración inicial muy baja,
hoy son imitados en todas partes.
El
equipo que le acompañó en esa trayectoria sigue al frente de las bodegas, con
D. Emilio del Caso como sucesor y ellos son la mejor garantía de éxito dentro
de una línea de continuidad, adaptada a las circunstancias de cada momento.
Tras
el excelente aperitivo servido por D. Miguel Calahorra, no pudimos sumarnos al
recorrido efectuado por la zona de viñedos, debido a la premura de tiempo, ya
que teníamos que tomar el AVE para Barcelona. No obstante lo que vino a
reafirmar nuestra impresión sobre una empresa que se ha convertido en seña de identidad
de nuestra ciudad y uno de sus más importantes referentes en todo el mundo.
No
queremos dejar de manifestar nuestro agradecimiento a Dª. María Sancho Alberto
quien, con su habitual amabilidad, nos ha facilitado los datos precisos para la
elaboración de este reportaje, y a D. Emilio del Caso, tanto por la invitación
como por la donación de un importante juego de etiquetas al que haremos
referencia en otro artículo.
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