sábado, 30 de octubre de 2021

Castillo de Molina de Aragón

 

         A quienes visitan o atraviesan la localidad de Molina de Aragón (Guadalajara) les sorprende la imagen de las altas torres de su castillo, el mayor de los existentes en esa zona. Aunque no ha sido objeto de ningún plan de restauración, se mantiene en pie, dadas las características de su construcción.


         El castillo es en realidad un gran complejo defensivo, de origen musulmán, que adquirió su forma definitiva años después de la Reconquista. Como puede apreciarse en la imagen, dispone de una cerca exterior o albacara que, además de proteger al castillo, podía acoger en caso de necesidad a la población y sus ganados. Cuenta con cinco puertas. Llegó a albergar todo un barrio que disponía de iglesia propia, cuyos cimientos aún se conservan.



   

         Al castillo, propiamente dicho, se accede por una única puerta. De sus ocho torres aún se conservan varias en estado aceptable. En el espacio que delimitan, no quedan construcciones, aunque se advierten los cimientos de las que hubo. Entre ellas, el palacio que servía de residencia a los señores de Molina, alojamientos para la tropa y caballerizas.




         Una característica de esta construcción es el color rojizo de sus muros y torres, así como su excelente construcción que ha permitido que se mantengan en pie con pequeños trabajos de mantenimiento.

         Las torres se encuentran comunicadas por un adarve que se puede recorrer y también es visitable el interior de las mismas.



         Para asegurar aún más su defensa existe una torre aislada, sobre un montículo cercano, la llamada torre de Aragón, que también está rodeada por un muro almenado.


         Es una lástima que no se haya acometido la restauración de esta hermosa fortaleza, en donde se siguen produciendo desprendimientos que han llegado a afectar a la carretera que discurre bajo sus muros, como muestra la imagen.

 






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