En
un lugar tan céntrico del casco antiguo de Borja, como es la confluencia de la
plaza del Mercado con la calle Coloma, ha aparecido una pintada con la que su
autor podría haber incurrido en dos supuestos delictivos.
Las
pintadas realizadas en lugares declarados Bien de Interés Cultural son
punibles, pero mucho más cuando el texto tiene un componente xenófobo, como
ocurre en este caso en el que se alude a un determinado colectivo de residentes
en nuestra ciudad.
Por
ello, debe ser borrada a la mayor brevedad, pero lo interesante sería que el
autor fuera identificado, dado que actuaciones de este tipo no deben quedar
impunes, dada la gravedad que entrañan. Borja es una ciudad comprometida en la
lucha contra la violencia de género, pero también debe serlo respecto a los
delitos de odio y comportamientos ofensivos para quienes, desde otros países,
han venido a establecerse aquí.
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