El castillo de Portillo, al que hoy vamos a referirnos, está situado en la localidad vallisoletana del mismo nombre y su aspecto actual responde a las reformas efectuadas por el IV conde de Benavente cuando lo recibió en donación del rey Enrique IV.
Pero,
anteriormente, había pertenecido a diversos señores, entre los que destaca el
condestable D. Álvaro de Luna, que fue hecho prisionero allí para ser ejecutado
en la plaza Mayor de Valladolid.
De
la casa de Benavente, pasó después a la de Osuna, aunque en algún momento no
determinado se hizo con su propiedad el Ministerio de la Guerra que, cuando se
encontraba ya muy deteriorado, lo sacó a subasta en 1865.
Curiosamente
lo adquirió el párroco del Arrabal de Portillo, uno de los dos núcleos de población
de la localidad donde está situado el castillo. A su muerte, fue vendido a
diversos propietarios, pero a comienzos del siglo XX era de D. Juan del Río.
D.
Juan era el padre de D. Pío del Río Hortega (1882-1945). Nacido en Potillo, fue
discípulo de D. Santiago Ramón y Cajal y uno de los más destacados histólogos
españoles de todos los tiempos que, hasta en dos ocasiones, fue propuesto para
el Premio Nobel. Su ideario izquierdista le llevó a fundar en 1933 la
Asociación de Amigos de la Unión Soviética y, durante la Guerra Civil, salió de
Madrid acompañando al Gobierno hasta Valencia, pero muy pronto decidió huir de
España. Estuvo en París, Oxford y, al inicio de la II Guerra Mundial, marchó a
la Argentina donde desarrolló una ingente labor científica. Falleció en Buenos
Aires en 1945. Al morir, dejó este castillo del que era entonces propietario a
la Universidad de Valladolid, en la que había cursado la carrera de Medicina.
Con la colaboración de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, sigue manteniéndolo la universidad y es posible visitar su interior, donde se mantiene en pie la torre, aunque solo se conservan restos de buena parte de las antiguas dependencias palaciegas de la fortaleza.
Bajo
el patio central hay una estancia desde la que accede, por una escalera de
caracol a un pozo de más de 30 metros de profundidad que surtía de agua a los
habitantes del castillo.
La
parte mejor conservada en la torre del homenaje a la que se accede desde el
adarve, como es habitual en este tipo de fortificaciones. Han sido varias las
iniciativas planteadas, desde que el castillo es propiedad de la Universidad de
Valladolid, para proceder a una recuperación integral con el fin de darle un
fin cultural adecuado, pero hasta el momento, sólo la colaboración de los
voluntarios de la Asociación de Amigos de los Castillos ha hecho posible las
labores de mantenimiento y la visita a su interior.
Hemos
encontrado muy pocas imágenes del interior de la torre, habilitada como espacio
expositivo y en la que se dedica un recuerdo a D. Pío del Río Hortega, hijo
ilustre de la localidad.
El
castillo es, asimismo, escenario de conciertos y otros actos culturales
organizados por diferentes instituciones, como las “Veladas Musicales” de la
Diputación de Valladolid.
Otros
eventos destacados son la recreación histórica “Portillo Medieval” o la Feria
de la Artesanía y el Ajo que tienen lugar todos los años.
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