Castillo de Tiedra

         El castillo de Tiedra, al oeste de la provincia de Valladolid tiene su origen en la torre que, para defender a esa localidad, existía en ese lugar. Lo que actualmente conocemos como “castillo” es esa torre, rodeada de una muralla que, en parte, era la que rodeaba a la población.

         En esta maqueta, que puede verse ahora en el interior de la torre, se visualiza muy bien el papel que la torre y la cerca desempeñaban en la defensa de la población y cómo se ha perdido la mayor parte de los lienzos de la muralla y, por supuesto, todos los antiguos edificios que eran ceñidos por ella.

         El origen de la torre se remonta al siglo XII, cuando Fernando II mandó poblar ese lugar que pasó de villa de realengo a señorío particular. En 1285, Sancho IV la entregó a su mayordomo Pedro Álvarez de Asturias quien la entregó como dote a Alfonso Téllez de Meneses, al casarse con su hija. Fue esta familia la que le dio buena parte del aspecto que ahora presenta.

         Tras diversos avatares, el castillo se integró en el patrimonio de la casa de Osuna, hasta que en el siglo XIX fue vendido a un particular que utilizó sus piedras venerables para otras construcciones. Desde comienzos del siglo XX era propiedad de la familia Alonso Carmona que empleaba la torre como palomar.

         En 2002, el castillo fue adquirido por el Ayuntamiento de Tiedra quien, tras intensas gestiones, pudo iniciar en 2009 las obras de restauración, con un presupuesto de 600.000 Euros, financiados con fondos LEAR, por la Junta de Castilla y León, Gobierno de España (Plan E), Diputación de Valladolid y Ayuntamiento.

         Los trabajos finalizaron en 2013, quedando pendiente la restauración de un torreón que presentaba una llamativa grieta. Cuando apenas habían pasado unos meses desde la inauguración, en la Nochebuena de ese año, un viento huracanado derribó el torreón. La noticia tuvo amplio eco e, incluso, el día de Inocentes se achacó el derrumbamiento al impacto de un meteorito.

         Tras ser rehecho ese derrumbe, el castillo es visitable, desde la sala subterránea, con mazmorra incluida, hasta la planta superior en la que está ubicada la maqueta a la que hemos aludido anteriormente, pasando por la planta principal que se utiliza como salón de actos.