El martes estuvimos en el “Mirador de la Diezma”, situado en lo alto del monte que domina Grisel, en el que se alzan un importante número de aerogeneradores, así como antenas y repetidores.
Pero lo interesante es que allí existen
dos miradores (norte y sur los denominan) en uno de los cuales se puede divisar
la ciudad de Tarazona y buena parte de los valles del Queiles y el Ebro,
mientras que en el otro se ve el Moncayo y el valle del Huecha. Ambos están
dotados de unos paneles explicativos, señalando lo que, desde cada uno de ellos,
se divisa aunque ese día la visibilidad no era excesivamente buena.
Hay también información sobre el Parque
Eólico de Grisel y sobre el Moncayo “algo más que una simple montaña”. Es, por
lo tanto, un lugar interesante que nos recordó al mirador de El Buste, aunque
en Grisel, la estratégica posición del monte permite la visión de dos zonas
diferentes.
Lo que ocurre es que el estado de las
instalaciones denota un cierto nivel de abandono. Las vallas destruidas, el deterioro
de los poyetes y hasta alguna pintada, vienen a poner de manifiesto, como ya
hemos visto en otros lugares, que inversiones cuantiosas van deteriorándose por
la falta de un mantenimiento adecuado. En este caso, no sabemos a quién
corresponde realizar esas tareas, pero es preciso acometerlas, antes de que el
deterioro sea aún mayor.
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