Continuando con la serie “teatral” que nos hemos propuesto llevar a cabo, de las manos del dibujante Paco Ugalde, hoy mostramos la caricatura de Eduardo Marquina que apareció en el nº 63 de la “Biblioteca Teatral” que, sin embargo, no estaba dedicado a una obra suya, sino a Martingalas, un “juguete cómico” del que eran autores Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez Fernández, estrenado en el Teatro Cervantes de Madrid, el 3 de abril de 1920.
Eduardo Marquina Angulo (1879-1946)
había nacido en Barcelona, localidad en la que residía su familia, de origen
leonés. Intentó cursar las carreras de Derecho y Filosofía y Letras, pero tuvo
que abandonarlas, entrando a trabajar como simple oficinista en empresa en la
que también estaba empleado su padre.
Pero lo suyo era la Literatura y muy
pronto comenzó a publicar y gozando de un gran prestigio, especialmente a
partir de 1906 cuando se trasladó a Madrid, entrando en contacto con los
grandes escritores de la época.
Marquina llegó a ser considerado el
mayor representante del drama histórico que cultivó con notable éxito. Obras
como En Flandes se ha puesto el sol (1910) ocupan un lugar destacado en
la historia literaria de España.
La guerra civil le sorprendió en la
Argentina, decantándose inmediatamente por el nuevo régimen. En 1939, ingresó
en la Real Academia Española y, posteriormente, desempeñó misiones diplomáticas.
Se suele afirmar que, en el transcurso de una de ellas, falleció en Nueva York
el 21 de noviembre de 1946. Que falleció allí es indudable pero no conocemos la
misión que desempeñaba en unos momentos especialmente delicados para España ya
que, en diciembre de ese año, se produjo el aislamiento decretado por las
Naciones Unidas.
Menos conocido es el hecho de que el
rey Alfonso XIII le encargó que escribiera una letra para la “Marcha Real”, el
himno nacional español. En el vídeo, que puede verse en este enlace, aparece
sobreimpresa esa letra que fue el primer intento realizado, al que siguieron
otros, como el de José María Pemán que, en contra de lo que se suele afirmar,
no lo escribió tras la guerra civil, sino en 1928 por encargo del general Primo
de Rivera. Ha habido más y hasta se atrevieron a ello Marta Sánchez y Joaquín
Sabina, pero por el momento, España es uno de los tres países que no tienen letra
para su himno, a pesar de ser el más antiguo del mundo. Los otros dos son San
Marino y Bosnia Herzegovina.
Y ya que hemos hecho alusión al Teatro
Cervantes de Madrid, queremos recordar que fue inaugurado en 1910, con el
nombre de “Salón Nacional”. Estaba situado en la corredera baja de San Pablo y,
como “Teatro Cervantes” llegó hasta la Guerra Civil.
Tras resultar destruido, como consecuencia
de un bombardeo, en su solar se levantó un edificio de viviendas en cuya planta
baja existió un cine, especializado en películas X, que terminó cerrando y el
espacio fue ocupado por un supermercado.
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