El Periódico de Aragón acaba de editar otro libro de una serie que, inicialmente, estaba previsto que reuniera imágenes antiguas de las diferentes ciudades aragonesas (o al menos eso creíamos cuando elaboramos el dedicado a Borja) pero más tarde, posiblemente por motivos comerciales, se centró en Zaragoza a través de varias obras en las que se analizaron las diferentes etapas de su evolución, a lo largo del siglo XX.
El nuevo libro lleva por título La
Semana Santa de Zaragoza. Heroica, sonora, redentora y plural. Con fotografías
de Daniel Latorre y textos de Luis M. Gabas, ofrece una amplia panorámica de la
Semana Santa en la capital aragonesa, desde sus orígenes hasta nuestros. Basta
mencionar el título de sus capítulos para ofrecer una clara idea de sus
contenidos:
“Los inicios de la Semana Santa de
Zaragoza”; “La Piedad, la pionera”; “Tambor, bombo, matracas, carraclas y jotas”;
“Dos cofradías liberan presos”; “Tercerol o capirote”; “El movimiento de los
pasos”; “Una Semana Santa patrimonial y perdida”; “Dos encuentros, antes y
después de la muerte” y “Las cofradías de Zaragoza” con un apartado dedicado a
cada una de ellas. Todo ello ilustrado con fotografías muy buenas.
Además, incluye un prólogo del Sr. Arzobispo
D. Carlos Manuel Escribano con el título “La fuerza de caminas juntos”, en el
que destaca la riqueza sorprendente de estas manifestaciones de piedad popular
que, “con audacia catequética” constituyen “la expresión del Misterio que se
vive y celebra en la liturgia de nuestros templos y catedrales”. Bonitas palabras
del Sr. Arzobispo que recuerda su época de consiliario de una cofradía zaragozana
y elogia el esfuerzo de los cofrades para que todo esté a punto a la hora
precisa. Hay más cosas en este prólogo que nos ha gustado especialmente en unos
tiempos es los que se suele despreciar o relegar todos los desfiles procesionales,
tildándolos de folklóricos, cuando en ellos podemos encontrar un significado
más profundo y una ocasión de hacer presente en las calles de las ciudades los
Misterios que celebramos en el Triduo Pascual que es el eje central del año litúrgico.
También debemos mencionar la introducción
que firma D. Mariano Julve Ortiz, Presidente de la Junta Coordinadora de Cofradías
de la Semana Santa de Zaragoza, que recuerda la concesión del premio “Aragoneses
del Año”, en 2014, a la entidad que preside. No es el único reconocimiento que
ha recibido, dado que el Gobierno de Aragón también le otorgó la Medalla al
Mérito Turístico. Puede sorprender, afirma, que una celebración religiosa
reciba premios ajenos, en principio, a su principal esencia. Pero es que, en
ella, se aúnan aspectos culturales muy variados para convertirse en “una
celebración sensorial” que no debemos despreciar pues, en definitiva, la Liturgia
como expresión del culto divino tiene también mucho de sensorial.
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