El Dr. D. Antonio Gil Albarracín acaba de publicar Imago mundi.
Arte, navegación y salud, una obra de 600 páginas, editada por el Ayuntamiento
de Almería y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino, con la colaboración de la
Diputación Provincial de Almería.
De nuestro amigo y compañero el Dr. Gil Albarracín nos hemos ocupado en diversas ocasiones en este blog, especialmente durante la larga etapa de la pandemia, dado que fue en ella cuando comenzó a mostrarnos los resultados de su investigación sobre las “Patentes de Sanidad”, esos documentos expedidos en los diversos puertos, merced a los cuales se permitía el libre tránsito de los buques, entre ellos, al acreditar que se encontraban libres de epidemia.
Fue el Dr. Gil Albarracín quien, tras una paciente labor de
investigación en numerosos archivos, pudo reunir una amplia muestra de esas
patentes, percatándose del valor que tenían, tanto documental como artístico,
dado que se expedían utilizando impresos dotados de preciosos grabados en los
que quedaban reflejados desde las vistas de los puertos a los que correspondían,
como la heráldica o las representaciones de los Santos y advocaciones a las que
se encomendaban para preservarse del contagio.
Él ha sido capaz dar a conocer lo que, hasta ahora, había
pasado desapercibido para todos y lo hizo primero a través de los artículos
publicados en Internet (de los que fuimos informando en su momento). Después apareció
Visita a los puertos españoles de los siglos XVIII y XIX, un libro en el
efectuaba un recorrido por los mismos, a través de las imágenes que aparecían
en las patentes, la mayor parte de las cuales eran absolutamente desconocidas.
Pero, la obra que ahora estamos comentando, Imago mundi,
se encuadra en otra dimensión, dado que publicaciones como ella solo aparecen
esporádicamente, marcando un antes y un después de las mismas.
Muy editada y con excelentes ilustraciones, reúne todo lo que
interesa conocer acerca de las Patentes de Sanidad y de la historia que subyace
tras ellas. A lo largo de los diferentes capítulos va desgranando el
significado de las mismas y su relación con epidemias y pandemias, para pasar
después a su análisis desde el punto de vista artístico y a los elementos que
en ella se reflejan.
Un apartado está dedicado a las alegorías, mitologías y símbolos
que se representan en las diferentes patentes. En otro, muestra esos planos y “vistas
de pájaro” de puertos y ciudades, dedicando un tercero a la heráldica. El quinto
apartado está dedicado a los artistas, grabadores, impresores e imprentas que
hicieron posible su edición.
Pero, si el estudio en sí es interesantísimo, no lo son menos
los anexos que lo acompañan. Entre ellos está la impresionante relación de
puertos mencionados y hasta de localidades de tierra adentro que emitieron
patentes. Pero, llama especialmente la atención esa dilatada enumeración de Santos
y advocaciones propias de cada lugar, no sólo de España sino de otros países. Todo
ello se completa con un glosario de términos relacionados con grabados y heráldica
entre otras materias.
Por todo ello, podemos asegurar sin temor a equivocarnos que
estamos ante un libro llamada a convertirse en una obra de referencia, por la
que felicitamos al autor abriendo con este comentario el extenso número de parabienes
y galardones (¿Por qué no?) a los que se ha hecho acreedor por su esfuerzo y
sagacidad a la hora de concentrar su atención en una cuestión tan importante
como desconocida.
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