Lo recordaba ayer, con un día de retraso, Heraldo de Aragón en su sección “Hace 50 años”. Fue el 14 de marzo de 1972, cuando dos aviones F-4D Phantom II de la US Air Force, con base en Spandhalem (Alemania) se estrellaron contra la Muela Baja de Borja, ocasionando la muerte de sus cuatro ocupantes, aunque la tragedia pudo ser mayor, dada la proximidad del lugar el impacto con la localidad de El Buste que se salvó milagrosamente.
Hoy, un monumento recuerda en el lugar
de su muerte a los cuatro pilotos norteamericanos: Captain Robert L. Morris y
Lt. 1º Robert O. Ward, del aparato 66-7651; y Major Rex M. Stewart y Lt. 1º Daniel
W. Wipps del 65-0708 que, cincuenta años después siguen estando presentes en
nuestra memoria, como todos aquellos fallecidos en el cumplimiento de su deber.
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