martes, 29 de marzo de 2022

Libros recibidos 492

 

         En alguna ocasión anterior ya nos hemos referido al problema planteado por la falta de un inventario global de todos los bienes artísticos destruidos durante la II República y la guerra civil. En una época en la que tanta atención se dispensa al patrimonio exiliado en otros países o a los aspectos relacionados con nuestra última contienda, llama la atención que no se haya intentado cuantificar o evaluar la incidencia que tuvo sobre el Patrimonio Cultural de todos los españoles la actitud de determinados sectores contra el Patrimonio religioso.

         Afortunadamente, poco a poco, hay algunos estudios como los que acabamos de incorporar a nuestros fondos. El sacerdote de la diócesis de Ourense D. José Ramón Hernández Figueiredo es el autor de Destrucción del patrimonio religioso en la II República (1931-1936), a la luz de los informes inéditos del Archivo Secreto Vaticano, que fue publicado por la Biblioteca de Autores Cristianos en 2009.

         El autor es Doctor en Historia Eclesiástica por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, y Diplomado en Archivística por la Escuela de Paleografía, Diplomática y Archivística de la Ciudad del Vaticano. Profesor de Latín e Historia Eclesiástica en el Instituto Teológico “Divino Maestro” de Ourense, Director de la revista Auriensia e investigador del Instituto de Historia Eclesiástica de la Iglesia Nacional Española de Roma. Ha publicado diversas obras de gran interés, entre las que destaca la que estamos comentando, basada en fuentes tan importantes como la documentación conservada en el Archivo Secreto Vaticano.

         Circunscrita al período comprendido entre la proclamación de la II República y el inicio de la guerra, muestra la realidad de una etapa en la que la quema de iglesias, su saqueo y la destrucción del patrimonio, cobró carta de naturaleza en sus primeros momentos y, posteriormente, en momentos trágicos como la revolución de 1934.


         El Dr. D. José Jiménez Guerrero, publicó dos años después del anterior (2011) una obra de extraordinaria importancia: La destrucción del patrimonio eclesiástico en la Guerra Civil. Málaga y su provincia, al que con anterioridad le había precedido otro libro no menos interesante: La quema de conventos en Málaga. Mayo de 1931, en el que relataba la destrucción de bienes patrimoniales nada más proclamarse la República.

         El que ahora comentamos, relata lo acaecido durante la guerra en cada uno de los municipios de la provincia, basada en fuentes primarias. Si el panorama que presenta es desolador, el hecho de que se centre fundamentalmente en la destrucción de edificios, no alcanza a mostrar la auténtica dimensión de la tragedia que sólo cobrará forma definitiva si fuéramos capaces de hacer una relación los más minuciosa posible de las obras de Arte que desaparecieron en aquellos días aciagos.

         La carencia de inventarios previos (no los hay ahora todavía) hace imposible conocer con exactitud lo ocurrido, pero en esta obra se incluyen datos sobre las obras más valiosas que fueron destruidas.

         Ojalá que el ejemplo de Málaga cundiera y pudiera disponer de una visión similar para todas las provincias españolas. Ya hemos comentado las consecuencias que toda guerra, como la que ahora padece Ucrania, tiene sobre el patrimonio, pero cuando, además, se une la saña de una persecución religiosa, cuya mayor expresión fue el saqueo de los templos y el asesinato de sacerdotes y religiosos, la catástrofe es aún mayor.


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