El 25 de noviembre de 2012, una joven
que no se identificó llamó a las puertas de la Casa de Aguilar, solicitando
visitarla. Venía con otras amigas y las atendió, como siempre suele hacerlo
nuestro Presidente.
Fue María Ángeles Martínez quien, poco después, se percató de que se trataba de Dª. Carla Royo-Villanova y Urrestarazu, que había llegado a Borja en compañía de su esposo S. A. R. el príncipe Kubrat de Bulgaria, y de otras personas, entre las que se encontraba la destacada arquitecta Dª Esperanza Kahle Olaso y Dª Alejandra Martos Figueroa, restauradora del Museo Thyssen-Bornemisza. Alejandra, es la segunda de los hijos del gran cantante D. Rafael Martos (Raphael) y de Dª Natalia Figueroa, estaba muy interesada en conocer la labor realizada en Borja, en los últimos años.
El príncipe Kubrat de
Sajonia-Coburgo-Gotha es el tercer hijo de S. M. el rey Simeón II de Bulgaria y
de Dª Margarita Gómez-Acebo y Cejuela. Nacido en Madrid, en 1965, es príncipe
de Panagyurashte y duque de Sajonia y un destacado cirujano que ejerce su profesión
en la capital de España.
Durante su estancia en Borja tuvieron oportunidad de conocer algunos de los monumentos más importantes, entre ellos el Museo de la Colegiata, el Museo de Arqueología y el contiguo convento de Santa Clara, junto con D. Alberto Aguilera.
Carla, que es Licenciada en Derecho,
cuenta con un blog, en el que, tras su visita, escribió un amplio reportaje,
sumamente elogioso que, en su momento, ya comentamos aquí.
Ahora, coincidiendo con la fiesta de San Francisco de Borja, ha vuelto a publicar otro extenso artículo, en el que de nuevo dedica grandes elogios a Borja y a nuestro Presidente. El entusiasmo de Carla llega al extremo de relacionar directamente a nuestra ciudad con la familia Borja o Borgia. Esperemos que nuestros amigos valencianos no se ofendan por ello, dado que, como siempre hemos puesto de manifiesto, aunque llevando el nombre de la ciudad, es en tierras levantinas donde hay que situar el origen de esa familia que dio a la Iglesia dos Papas y un Santo.
Algo parecido ocurre con nuestro
Presidente, el cual se siente muy honrado por el cariño que le dispensa, aunque
su participación en algunas de las realizaciones que le atribuye es preciso compartirla
con otras personas que también tuvieron un papel decisivo en ella. Es evidente
que el impacto causado por aquella ya lejana visita sigue manteniendo vivo el
recuerdo de nuestra ciudad.
El artículo de Carla lo vimos, en primer lugar, en la revista 20 Minutos y ayer lo insertó también Heraldo de Aragón en su edición digital. Quienes lo deseen pueden leerlo a través de este enlace.
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