El 3 de noviembre de 1882 nació en Borja la Beata Madre María Isabel del Carmen Lacaba Andía. Era hija de María Andía Cerico, natural de Trasmoz y del borjano Juan Lacaba Arilla, un humilde agricultor.
Fiel a su vocación
religiosa, ingresó en el convento concepcionista de San José, situado en la
calle Sagasti de la capital de España, el 3 de noviembre de 1902. Elegida
superiora de la comunidad en 1935, tuvo que padecer la persecución religiosa de
aquellos terribles momentos, acrecentada en julio de 1936, cuando tuvieron que
abandonar el convento (lo habían hecho anteriormente, en varias ocasiones) y
refugiarse en un piso de la calle Manuel Silvela.
Ante la gravedad de la situación, la comunidad se dispersó. La Madre Isabel pudo salvarse, pero decidió permanecer con las religiosas más ancianas, una de ellas inválida. De allí fueron sacadas, con extrema violencia, en la tarde del 7 de noviembre de 1936, por milicianos armados y asesinadas, poco después, en una plaza de Madrid.
Concluida
la fase diocesana, su causa de beatificación junto con la del resto de
compañeras de comunidad fue elevada a Roma y el 22 de junio de 2019, en la
catedral de la Almudena se convirtió en la primera borjana en ser proclamada
beata.
La
ceremonia fue presidida por el cardenal D. Giovanni-Angelo Becciu, Prefecto de
la Congregación para las Causas de los Santos, en representación de S. S. el
Papa Francisco. Junto a él concelebraron el cardenal Osoro, arzobispo de
Madrid; su predecesor el cardenal Rouco; el cardenal Amigo, franciscano; el
Nuncio en Madrid, arzobispo monseñor Renzo Fratini que, según se anunció era el
último acto al que asistía, por haber finalizado su misión diplomática en
España; y otro nuncio, en este caso el arzobispo español monseñor D. Miguel
Maury Buendía que es representante de la Santa Sede en Rumanía y Moldavia; así
como 24 obispos.
Fue un
acto muy solemne al que asistió una importante representación de nuestra
ciudad, encabezada por sus autoridades y muchas religiosas concepcionistas
procedentes de diversos conventos, entre ellos el de nuestra ciudad.
Como
recientemente recordamos, esta es la casa en la que nació la beata borjana,
antes y después de la reforma. Con motivo de su beatificación, hubo peticiones
dirigidas al Ayuntamiento de Borja para que le dedicaran una calle. Nosotros
llegamos a sugerir que se diera su nombre al espacio de la calle San Bartolomé,
conocido como “jardín colgante”, dado que se encuentra bajo su casa natal.
En Madrid existió una calle
dedicada a las “Mártires concepcionistas”, hasta que la alcaldesa Dª. Manuela
Carmena, decidió eliminar esa denominación, quizás por razones similares a las
que otra ilustre alcaldesa Dª. Ada Colau eliminó el nombre de Juan de Coloma
del callejero de la ciudad condal, o en Borja se eliminaron los del cardenal
Casanova y otros dos sacerdotes.
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