sábado, 2 de noviembre de 2024

Recordando a un agustino de Borja y a un abogado de Bureta

 

El 2 de noviembre de 1868 nació en Borja fray Valentín Borobia del Sagrado Corazón de Jesús. Se llamaba Valentín Borobia Paños, nombre que trocó por el otro cuando profesó como agustino recoleto el 17 de septiembre de 1885. Tras ejercer la preceptoría de Latín en el colegio de Marcilla, lo enviaron a las islas Filipinas y en la capital del archipiélago fue ordenado sacerdote en diciembre de 1891.

 

A comienzos del año siguiente pasó destinado a Bolinao, donde aprendió el dialecto local, siendo nombrado párroco el 29 de noviembre de 1892. Allí tradujo al zambal-binoboliano algunas pláticas de la obra El catecismo orador del P. Juan Planas O. P. que usó para la evangelización de sus feligreses. Fue reuniendo asimismo todos los sermones que predicó en ese dialecto desde su llegada a la parroquia hasta el 3 de mayo de 1894, cuando fue destinado a la de Iba. En su nueva parroquia permaneció hasta agosto de 1895, en que se hizo cargo de la misión de Poom-Bato, desde la que marchó en 1897 a la de Palauig.


Allí le sorprendió la guerra, siendo hecho prisionero por los insurgentes el 28 de junio de 1898, sufriendo un duro cautiverio que se prolongó más allá de la firma del tratado de paz, pues no pudo recobrar la libertad hasta diciembre de 1899. Regresó a España el 14 de mayo de 1901, siendo destinado al convento de Monteagudo, aunque impulsado por su celo apostólico pidió ser enviado de nuevo a misiones y el 21 de febrero de 1902 salió hacia Brasil para ejercer su ministerio en varias parroquias. Fue músico y se tiene noticia de que compuso diversas obras durante su estancia en Marcilla, entre ellas una Misa a tres voces y órgano, así como un Himno que dedicó a su compañero de noviciado el P. Juan Calavia, con motivo de su Primera Misa el 23 de abril de 1891.

 

El 2 de noviembre de 1869 falleció en Zaragoza D. Cosme Alacano y Domínguez que había nacido en Bureta el 28 de noviembre de 1810. Cursó estudios en la universidad de Zaragoza, donde se graduó como Bachiller en Teología el 7 de agosto de 1830; de Bachiller en Leyes el 23 de julio de 1842; de Licenciado en Derecho el 17 de marzo de 1844 y de Doctor en Derecho el 30 de mayo de 1847.

Formó parte de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados y fue profesor de la Academia Juridíco Práctica Aragonesa. Tras desempeñar la plaza de catedrático interino en la Facultad de Teología, el 2 de octubre de 1846 fue nombrado catedrático propietario de Jurisprudencia en esa facultad y el 27 de febrero de 1847 tomó posesión como catedrático propietario de Disciplina General de la Iglesia en la Facultad de Jurisprudencia.

El 1 de octubre de 1863 pronunció la lección inaugural en la solemne sesión de apertura de la Universidad Literaria de Zaragoza, la cual versó sobre “La constante y encarnizada lucha entre el saber y la ignorancia”, publicada en la Imprenta y Litografía de Agustín Peiro, en la que se dirigía a los nuevos graduados y a los estudiantes, terminando su disertación afirmando: “Unos y otros escuchad mis últimas palabras. No cejéis, digo a los primeros. Imitadlos, digo a los segundos. Y a todos: en el estudio y la virtud, perseverancia”.


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