D.
Manuel Giménez Aperte nos ha remitido esta fotografía de la Virgen de Gañarul
cuando se veneraba en su ermita. La habíamos publicado ya en nuestro blog, en
un artículo aparecido en 2012, dedicado al Patrimonio conservado de la ermita, tras
su abandono y saqueo. La reproducimos de nuevo en estos momentos en el que
están ya muy avanzadas las obras de restauración de ese monumento mudéjar.
El
artículo al que hemos hecho referencia apareció con motivo de la donación
efectuada al Centro de Estudios Borjanos, por D. Juan Lajusticia Medina de la
peana sobre la que se encontraba la imagen y que conservamos en la Casa de
Aguilar.
Esta
preciosa imagen medieval que participó en la exposición organizada durante la I
Semana de Borja en Zaragoza, en 1969, regresó a Agón tras una dilatada estancia
en otra ciudad del obispado y, tras su restauración, se venera actualmente en una
capilla, construida para ella, en la iglesia parroquial de esa localidad.
También
en 2012 dimos noticia de algunas obras que antaño se encontraban en el interior
de la ermita y que conservaba D. Cesáreo Oliver Monteso, ya fallecido, el cual
las pudo retirar antes del expolio, con permiso de las autoridades
eclesiásticas.
D. Cesáreo era biznieto
de Dª Pelagia Bea y Huguet de Resaire, de la ilustre familia de los Bea que
fueron, a partir de lo primeros años del siglo XVIII, propietarios de ese “coto
redondo” que, desde el siglo XIV, había pertenecido a los Cerdán.
Eran tres las obras que
tenía en su poder. Una de ellas este lienzo de la Virgen del Rosario
representada siguiendo un modelo iconográfico habitual, con Santo Domingo de
Guzmán y Santa Catalina de Siena a sus pies. En torno suyo se disponen una
serie de tondos, entre motivos vegetales, representando los distintos
Misterios del Rosario.
Las otras eran dos
sargas que representan la Anunciación. En una de ella aparece la Virgen orando
de rodillas, mientras que en la otra figura el arcángel San Gabriel, llevando
en su mano izquierda el ramo de azucenas.
También
nos facilitó datos sobre la forma en que fue robada la lauda sepulcral que
había en la ermita, así como del lugar donde se conservaba en 2012, relacionado
con la persona que había actuado como receptador del bien saqueado. Es una
pieza de gran interés, dado que en ella aparecen las armas que, como entonces
señalábamos, pudieron pertenecer a algún miembro de la familia de los Cerdán.
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