Como muchos fines de semana, en esta ocasión la plaza del
Olmo ha vuelto a convertirse en el lugar elegido por alguna persona (utilizamos
el singular intencionadamente) para depositar efectos desechados, cuando como
todos saben hay un procedimiento gratuito para desprenderse de ellos.
Aunque somos conscientes de que no sirve para nada, al menos
la publicación de las imágenes será de utilidad para los historiadores del
futuro, como testimonio de un incívico proceder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario