No con la frecuencia habitual en tiempos anteriores a la
pandemia pero comienzan a llegarnos algunas de las revistas con las que
mantenemos intercambio. Entre ellas hemos recibido el Anexo 40 de Boletín Avriense, dedicado al trabajo de
Juan Carlos Rivas Fernández sobre “Los celarium
y apotheca medievales monacales. Un
excepcional patrimonio arquitectónico gallego olvidado”.
Y lo cierto es que se trata de una obra de gran importancia,
dado que estudia un conjunto de construcciones medievales prácticamente
desconocidas que estuvieron vinculadas a las granjas de diferentes monasterios
y que, en algunos casos, han logrado sobrevivir. Concretamente, describe cinco
de lo que denomina ejemplos singulares; otros cinco vestigios de esas antiguas
explotaciones agrícolas y diecisiete restos pero con referencias documentales.
Nos ha gustado mucho, entre otras razones porque viene a
poner de manifiesto lo poco conocido que es nuestro Patrimonio Cultural y la
escasa atención que se le dispensa. Una pena.
También nos ha llegado el nº 401 de El Masino que, a pesar de la epidemia, sale a la luz con el lema “Volveremos”
que han hecho realidad con el tesón que les caracteriza. Junto a las secciones
habituales incluye una entrevista con Eduardo Mir Coca y Cristina Piqueras Pla,
dos jóvenes “en primera línea contra la pandemia”, así como un artículo de
Ricardo Martín en el que trata sobre las consecuencias de otras epidemias en
Mas de las Matas. También da cuenta del fallecimiento del ilustre pintor D.
Antonio María Almazán el pasado 9 de abril, que legó al Museo de esa localidad
un centenar de sus obras.
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