Nuevo libro sobre Trasobares

         D. Joaquín Giménez Sena nos ha enviado su última obra que lleva por título Las sargas de Trasobares. Un retablo de abrir y cerrar del siglo XVII. No es el primer libro dedicado a esa localidad que ha escrito, pues fue autor también de la historia del Real Monasterio de Santa María de la Piedad de Trasobares y de otro en el que estudiaba Los pergaminos del Ayuntamiento de Trasobares, habiendo colaborado asimismo con nuestra revista Cuadernos de Estudios Borjanos. Todo ello, merced a su vinculación con Tabuenca, localidad que, en el pasado, dependía de ese monasterio.

         En esta ocasión trata sobre las sargas de las puertas del retablo mayor de la iglesia conventual, hoy parroquial, lamentablemente desaparecidas. El magnífico retablo, obra de Jerónimo Cosida, fruto del mecenazgo del arzobispo D. Hernando de Aragón y de su auxiliar D. Antonio García, se cerraba con unas puertas, como era habitual en la época, atribuidas por la Profª. Dª. Carmen Morte al pintor zaragozano Rafael Pertús (1585-1648) en lo que probablemente fue uno de sus primeros trabajos.

         Esas sargas fueron vendidas tras las reformas conciliares que tanto daño ocasionaron al Patrimonio Cultural español. Trasobares las sufrió, al igual que otras posteriores durante la restauración del templo, como hemos comentado en otras ocasiones, citando el caso concreto de otras puertas, en ese caso con vitrales modernistas que daban acceso a la iglesia.

         Pero de las sargas han quedado testimonio gráfico a través de la obra del Prof. Abbad, imágenes que utiliza D. Joaquín Giménez Sena para estudiar su iconografía.

         Pero la obra que estamos comentando ofrece otras informaciones de interés. En un apéndice, da a conocer la biografía de las últimas abadesas vitalicias del monasterio y la convulsa vida del mismo, reflejada en las tensiones suscitadas durante sus elecciones. En otro apéndice más breve analiza la iconografía de la ampliación del retablo con dos calles laterales, atribuida a Juan Miguel Orliens. La obra se completa con otro apéndice en el que se transcriben 16 documentos.

         Estamos, por lo tanto, ante una interesante aportación de este incansable autor al que agradecemos el habernos remitido con prontitud el interesante fruto de su trabajo.