El Gobierno de Navarra acaba de
remitirnos los números 278 y 279 de su revista Príncipe de Viana, los
cuales forman una unidad, dado que están dedicados a la figura del gran
historiador y antropólogo danés Gustav Henningsen y su esposa Marisa Rey.
Gustav Henningsen ha consagrado su vida al estudio de la Inquisición y la brujería y ahora ha querido dejar su patrimonio intelectual y material en Navarra, de manera que la mayor parte de su archivo, sus bases de datos y su biblioteca quedarán en la Universidad Pública de Navarra y otra parte en el Museo de Zugarramurdi.
Precedido por un preámbulo de la
Consejera de Cultura y Deporte Dª. Rebeca Esnaola Bermejo y de una presentación
a cargo de Ignacio Panizo Santos, el nº 278 consta de dos partes.
La primera está dedicada la trayectoria
vital e intelectual de Gustav Henningsen y de Marisa Rey-Henningsen. Sobre el
que era conocido como el “danés peligroso” tratan Mikel Azurmendi, Jean Pierre
Dedieu, Gunnar Knutsen, Jaime Contreras y José Ignacio Pulido. Juan Manuel
Pedrosa escribe sobre la presencia del matrimonio en Galicia, entre 1965 y
1977, mientras que José Luis Garrosa destaca el papel de Marisa Rey como
traductora y la importancia de su labor para dar a conocer las culturas
nórdicas.
La segunda parte, recopila obra
dispersa de Gustav, con títulos tan sugerentes como “Los documentos de Alonso
de Salazar Frías. Una polémica sobre la brujería en España”; “De la caza de
brujas al culto de brujas”; “Archivos e historiografía de la Inquisición
española”; “El síndrome de brujería infantil: el abuso infantil satánico
contemporáneo y los procesos de brujería infantil de antaño”; “La brujería y la
Inquisición”; “Enciclopedia de la brujería” y “El vuelo de las brujas y los inquisidores
españoles o cómo explicar lo imposible”.
El volumen nº 279, recopila otros
trabajos de Gustav Henningsen entre los que queremos destacar los que guardan
relación con Aragón, como el que lleva por título “Un formulario de la Secretaría
de Aragón en el Consejo de la Inquisición”, que firma Anna Gudayol, en el que
da a conocer ese documento conservado en la Biblioteca de Catalunya, procedente
de la colección reunida por el ingeniero barcelonés Arturo Sedó Guichard
(1881-1965).
José María Lanzarote Guiral escribe
sobre “Goya investigado por la Inquisición: la censura de los Caprichos
en 1804”. Fue la Inquisición de Toledo la que incoo el procedimiento contra el
pintor aragonés, a raíz de la difusión de esa serie de grabados, en dos de los
cuales se ridiculizaba al Santo Oficio. Según el autor, la causa no tuvo
consecuencias gracias a la intervención de Carlos IV, de Godoy y del propio
cardenal de Toledo.
“la Inquisición en Tudela durante los
siglos XVI y XVII: presencia e incidencia social” que firma Íñigo Pérez Ochoa
es otro trabajo que nos ha interesado, dado que en aquellos momentos Tudela
pertenecía al obispado de Tarazona, razón por la cual fue elegida como sede del
tribunal, así como por la presencia de un numeroso grupo de judíos exiliados. No
obstante no contó con el suficiente apoyo e, incluso, sus precarias
instalaciones fueron asaltadas durante el intento de reconquista del reino por parte
de Juan de Albret.. El autor analiza también las causas sustanciadas, la
mayoría de ellas a judaizantes y las consecuencias sociales de la exposición
pública los sambenitos y de la confección de la “manta”.
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