La publicación semanal Iglesia en Tarazona insertó ayer un sucinto reportaje de Marta Latorre, titulado “Ruta de Belenes en nuestra diócesis”. Aunque se refería a los instalados en parroquias y conventos, solamente incluía cinco: los de las parroquias de Novallas y San Juan el Real de Calatayud; el colegio de la Sagrada Familia de Tarazona; el belén viviente de Ariza y los de los conventos de Maluenda y Santa Clara de Borja.
Parece tratarse de una relación
meramente simbólica, dado que no nos cabe la menor duda de que, en la diócesis,
hay otros muchos belenes, algunos de los cuales reúnen las características para
ser considerados monumentales.
Pero nos congratula que haya sido destacado
el del convento de Santa Clara, dado que como se indica es el más antiguo de la
ciudad. Circunscrito al Nacimiento y a los tres Reyes Magos, sus principales
figuras se muestran todo el año en el Museo del convento. Una particularidad
que hemos resaltado en ocasiones anteriores es que el día de Epifanía, el Niño
Jesús recibe la adoración de los Magos sentado en una sillita.
No es el único belén de ese convento,
dado que a la entrada del mismo hay otro que recibe a los visitantes, mientras
que, en el coro bajo, la imagen del Niño Jesús bendice a todos.
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