lunes, 27 de diciembre de 2021

Castillo de Villarejo de Salvanés

 

         Esta fortificación de extraño aspecto es, en realidad, la torre del homenaje del castillo de Villarejo de Salvanés (Madrid), el único resto significativo conservado del mismo.


         Su interés estriba en las torres semicilíndricas adosadas al cuerpo principal ya que, frente a la habitual presencia de una de ellas en cada esquina, en este caso hay otra más en el centro de cada paño. 


Llama la atención también la ausencia de vanos en sus muros. Los que existen son tardíos, al igual que la actual puerta de acceso ya que la primitiva estuvo situada en altura. En su parte superior destacan los falsos matacanes que la rematan. Toda ella está construida en sillarejo con mortero de cal.


         El castillo, del que sólo queda esta torre, fue edificado en el siglo XIII por la Orden de Santiago y allí, donde se alza el edificio de las antiguas escuelas, se encontraba el palacio de los comendadores del que las crónicas afirman que estaba revestido con mármoles verdes traídos de Génova.





         La torre es propiedad del Ayuntamiento de la localidad y, en su interior, se ha instalado un Centro de Interpretación del castillo y del municipio, haciendo alusión a la presencia de la citada Orden y de determinados personajes como Enrique IV que residió allí o Juan Martín “El Empecinado” que estableció en ella su base de operaciones durante la Guerra de la Independencia. También se puede acceder a la terraza superior, a 22 metros de altura, desde la que se divisa un amplio panorama con la confluencia del valle del Tajo con el del Tajuña.


         Este dibujo recrea el aspecto que pudo tener el castillo. Hace dos años se puso en marcha una actuación encaminada a consolidar y restaurar los restos del entorno amurallado con una inversión de 143.000 euros, buena parte de los cuales procedían de fondos europeos.






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