miércoles, 15 de diciembre de 2021

Prioras borjanas en el monasterio de Sigena

 

         El 23 de abril de 1188 fue consagrado el Real Monasterio de Santa María de Sigena que había mandado construir la reina Dª. Sancha de Castilla, esposa de Alfonso II de Aragón. Allí profesaron como canonesa de la Orden de San Juan de Jerusalén damas que pertenecían a las más importantes familias del reino, dado que para ingresar en el monasterio era preciso probar la nobleza de sus cuatro apellidos.


         Sigena está de actualidad por el contencioso de sus bienes que fueron trasladados a otra comunidad tras el incendio provocado a comienzos de la Guerra Civil y cuando las religiosas lo abandonaron definitivamente. No era la primera vez que lo hacían, ya que la Desamortización también las expulsó de aquel histórico cenobio y, en ese momento, era priora del monasterio una ilustre borjana que hoy queremos dar a conocer.



         Se trataba de sor María Lucía Ferrández y Fernández de Heredia, bautizada en nuestra ciudad el 13 de diciembre de 1763. Era hija de D. Fermín Ferrández Navascués y Dª. Ramona Fernández de Heredia y hermana, por lo tanto, de D. Atilano Ferrández que fue quien concluyó la construcción del actual palacio de los Otero de Navascués, en la plaza del Mercado que, como ya comentamos, había iniciado su padre.

         En las imágenes precedentes aparece el escudo de armas que usó Dª Lucía y la genealogía que presentó cuando ingresó en el monasterio a edad de doce años.



         Este era el hábito que usaban las comendadoras profesas de la orden, también llamadas “sororas”, el cual se mantuvo hasta épocas relativamente recientes. Fue, por lo tanto el que vistió son Lucía que cuando profesó ya tenía en el monasterio a tres hermanas de su padre: Agustina, Francisca y Manuela.



         Manuela llegó a ser priora, al igual que sor Lucía, a la que le cupo el triste de honor de ser la última de Sigena antes de la Desamortización. Como consecuencia de ella tuvo que abandonar el monasterio en el que había vivido durante 50 años, siendo acogida en la casa familiar de Borja, donde falleció cinco años después “bendecida y llorada por sus paisanos” por sus muchas obras de piedad y caridad.




         En la actualidad sólo queda un monasterio de religiosas sanjuanistas en España, el de San Juan de Acre, situado en la localidad alavesa de Salinas de Añana. El resto de los que existieron ha desaparecido, entre ellos el de Valldoreix (Barcelona) al que fueron las religiosas de Sigena que, como puede apreciarse, han modificado sensiblemente su hábito.

         El Gobierno de Aragón produjo un documental que recrea la historia de Sigena y la vida de sus religiosas entre las que destacaron algunas que habían nacido en Borja, llegando a ocupar la más alta dignidad del monasterio. Puede verse el vídeo en este enlace.







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