Llegamos hoy al final de nuestro recorrido por los castillos de la serie de postales que, todavía, no hemos podido completar. Y la última de ellas es la que, rotulada como “Castillo de Salas”, muestra la torre de los Valdés-Salas unida al palacio de esa destacada familia.
La torre, cuyo origen preciso se desconoce es de planta cuadrangular y sus 16 metros de altura están distribuidos en cinco pisos, comunicados por una escalera de caracol de piedra. Tal como hoy se ve, es fruto de completa reedificación que hubo que hacer tras su derrumbamiento en 1959. La reconstrucción de tipo historicista la dotó de almenas que no tenía o habían desaparecido.
En 1999, se instaló en el interior de
la torre el Museo Prerrománico, con piezas procedentes de la pequeña iglesia de
San Martín, de donde habían sido retiradas en medio de una cierta polémica que
obligo a colocar allí reproducciones de las mismas.
Las dificultades de acceso a la torre
(a través del puente que la une con el palacio) aconsejaron el traslado del museo
a otro lugar, y se optó por situarlo en la capilla del palacio.
En ese palacio fue donde nació Fernando
Valdés de Salas, Inquisidor General y gran benefactor de esta localidad
asturiana, donde mandó construir su preciosa colegiata. También fue el fundador
de la Universidad de Oviedo.
Destaca el ábside semicircular de la
capilla de Ntra. Sra. de la Calle, adosada al conjunto, en cuyo interior está
ahora, como hemos dicho, el Museo.
El palacio, construido en la primera
mitad del siglo XVI, se dispone en torno a un patio central, con columnas de
madera que sustentan un corredor abierto. Fue restaurado en 1986 y
acondicionado como Casa de Cultura y hotel.
En 2019, fue inaugurado el museo, en el
que se muestran 21 piezas de arte prerrománico de gran calidad, entre las que destaca
la bellísima “Cruz de Salas”.
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