Ya hemos publicado algunas imágenes captadas
por Enrique Lacleta desde una ventana de su domicilio. Nos ha enviado más que
muestran la llamativa variedad de aves que pueden contemplarse en su jardín, al
que acuden para comer los frutos de unos olivos que allí plantó.
A primera vista pudiera parecer que
allí tiene instalado un aviario o zoológico de aves, pero la realidad es que
están junto a nosotros, sin que nos percatemos de ello, dado que cada vez
prestamos menos atención a la Naturaleza.
Con paciencia, se pueden realizar las bonitas fotografías que Enrique nos ha remitido de diferentes especies, las cuales queremos ir mostrando, comenzando hoy con las correspondientes al Zorzal común (Turdus phylomelos).
Es un ave que se caracteriza por ese
vientre amarillento con manchas oscuras, de color marrón al igual que el dorso.
Es omnívora, aunque ofrece la peculiaridad de golpear los caracolillos que recoge
contra una piedra, para romperlos como si se tratara de un yunque.
El nombre le fue dado en 1831 por el
ornitólogo alemán Christian Ludwig Brehm y hace referencia, por una parte al género
“Turdus” al que pertenece, mientras que el epíteto “philomelos” recuerda a un
personaje de la mitología griega, Filomela, cuya triste historia merece la pena
recordar.
Filomela era hermana de Procne, esposa del héroe Tereo de
Tracia, con el que había tenido un hijo, llamado Itis. Procne sentía nostalgia
de su hermana que vivía en Atenas y convenció a su marido para que la trajera a
Tracia. Así lo hizo, pero cautivado por su belleza, la violó y, para impedir
que pudiera delatarlo, le cortó la lengua y la encerró en una prisión,
anunciando que había muerto.
Filomela pudo bordar en una tela blanca el relato de lo
acaecido y enviarlo a su hermana que acudió a su rescate. Ambas decidieron
vengarse del violador y lo hicieron de la manera más brutal: cocinando al hijo
Itis y dándoselo a comer al padre que, al preguntar por él, escuchó horrorizado
la respuesta de su mujer: “Lo tienes dentro”, al mismo tiempo que le mostraba
la cabeza del niño, como aparece en esta imagen.
Tereo se lanzó contra las malvadas hermanas, pero los dioses
para acabar con esa sucesión de crímenes los convirtieron en aves: Tereo en
abubilla, que con su cresta asemeja a un guerrero; Procne en golondrina; y
Filomela en ruiseñor.
El naturalista alemán se inspiró en Filomela, ya que esta ave tiene un canto peculiar y melodioso que, incluso, ha servido de inspiración poética. Imita numerosos sonidos, llegando a copiar el canto de otros pájaros, hasta reunir un amplio repertorio.
A las anteriores fotos de Enrique,
unimos ésta, proceden de Wikipedia, para que pueda verse el color de sus
huevos, que son de un azul brillante, moteado de negro o morado, que la hembra
incuba entre 10 y 17 días.
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