El 16 de mayo de 2011 publicamos en este blog en el que hacíamos referencia a la importancia del Patrimonio en los flujos turísticos, así como los problemas que, para su desarrollo, entrañaba la carencia o el mal estado de determinadas infraestructuras. Acabábamos de visitar algunas localidades del valle del Jalón, con ocasión del congreso que, sobre la orden del Santo Sepulcro, se había celebrado allí.Concretamente, en Tobed, donde se encuentra la iglesia de Santa María, un monumento excepcional que fue incluido por la UNESCO en el llamado “Patrimonio de la Humanidad”.
Desde allí nos desplazamos hasta Langa del Castillo, ya en el
Campo de Daroca, para visitar la iglesia parroquial de San Pedro, un templo
renacentista que acaba de ser restaurado, según proyecto del arquitecto D.
Javier Iguarben, con resultado espectacular. Entre sus obras de arte destaca el
retablo mayor, una obra gótica del llamado “maestro de Langa” que ha podido ser
admirado en la exposición “Joyas de un Patrimonio”, instalada en el Palacio de
Sástago de Zaragoza, tras su restauración por la Excma. Diputación Provincial
de Zaragoza.
Dos muestras del importante conjunto
patrimonial que conservan los diferentes municipios aragoneses, el cual junto a
su valor intrínseco debería ser un motor para su desarrollo, porque son
numerosos los estudios realizados que ponen de manifiesto la relación entre
Patrimonio y Economía, en unos momentos en los que el turismo cultural cobra,
día a día, una mayor importancia.
Sin embargo, los flujos turísticos
necesitan unas infraestructuras mínimas para facilitar su desarrollo y, entre
ellas, las comunicaciones son básicas. Por ello, resulta sorprendente que, a
comienzos del siglo XXI, se puedan encontrar carreteras como las que todavía
existen en buena parte de la red secundaria de Aragón e, incluso, principal
como son los casos de la N-122 y la N-232 en nuestra zona. Se necesita realizar
un esfuerzo para equipararnos a comunidades vecinas porque no es lógico que
para percatarnos de la entrada en Castilla o Navarra, podamos prescindir de los
indicadores ya que el cambio de firme de la carretera constituye una señal
inequívoca.
La situación ha cambiado bastante desde
entonces, pero el estado de las carreteras sigue siendo, en determinados casos,
manifiestamente mejorables. De igual forma, es preciso avanzar mucho en otros
de los puntos que abordábamos en 2011, el de la oferta en el sector de la
hostelería, a la que dedicaremos otro artículo.
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