El primer fotógrafo de Borja, San Agustín y un socio delincuente

 

         Fue el pasado 21 de abril cuando dimos noticia del primer fotógrafo profesional establecido en Borja cuando, al catalogar nuestros fondos fotográficos, encontramos esta preciosa fotografía con los intervinientes en una representación teatral privada.

         Se trataba de Pelayo Infante, un fotógrafo asturiano, cuya presencia en Borja era completamente desconocida, pero de la que no cabe la menor duda, dado el sello que figura al dorso de la foto anterior.

         Lo que sí se conocía era que, hacia 1880, estaba trabajando en Zaragoza, asociado a Marcelino García Orga en un estudio que con el nombre de “Infante y García” estaba en el nº 2 de la calle de los Sitios. La sociedad no debió durar mucho ya que García marchó a Barcelona donde, en 1896, fue detenido por dedicarse a la falsificación de billetes en su taller fotográfico. Mientras tanto, Pelayo había abierto su propio estudio en el nº 55 de la calle Pignatelli.

          A través de esta otra fotografía de nuestra colección podemos conocer que también estuvo asociado con “Cortés”, con estudio abierto en la calle Montemolín nº 18, o al menos ese es el lugar indicado “para los encargos”.

         El Cortés mencionado, pensamos que pudiera tratarse de Justo Cortés, padre de otro destacado fotógrafo: Ángel Cortés y jefe de los talleres de Lucas Escolá, donde se formó. Llegó a ser Presidente de la Unión Fotográfica de Zaragoza.

         De Justo Cortés tenemos esta otra fotografía, donada por Dª. Teresa Bayod, en la que está representado el oratorio privado de la familia Monterde. A través de ella podemos saber que Cortés, ya independiente, tenía su estudio en la calle Escuelas Pías 5.

         Pero, entre las fotografías que hemos localizado de Pelayo Infante hay una que nos ha interesado especialmente. Las características del sello que figura al dorso son similares al utilizado durante su estancia en Borja, aunque en este caso no hay mención expresa a nuestra ciudad.

         Está representada una imagen de San Agustín con una tela al fondo. El hecho de que no aparezca en un retablo, como sería razonable, demuestra que había sido retirada del mismo. Ello nos ha hecho pensar que pudiera tratarse de la del convento de agustinos de Borja. Aunque es una mera suposición sin fundamento, dado que puede corresponder a un retablo de cualquier otro lugar que no hemos identificado, convendría estudiarla con más detalle.