No
son muchas las fotografías que se conservan de la plaza del Mercado de Borja,
tomadas desde este ángulo. Por este motivo, los más jóvenes no recuerdan cómo
era el edificio que existía, al comienzo de la calle Goya y que casi cerraba la
plaza por ese lado. Aquí se aprecia bastante bien, con la carnicería de Isidro
Chueca en su planta inferior que fue famosa siempre por sus salchichas.
El
edificio fue derribado, a comienzos de la década de los años 70 del pasado
siglo, para ampliar el acceso a la plaza. Quedó la parte que aparece señalada
en esta fotografía, aunque sin acceso al interior. El ayuntamiento construyó
una pared de ladrillo rojo en la zona que daba a la calle Goya. Se hicieron
varios vanos, aunque no se les dotó de cerramiento y todo quedó abandonado.
Poco después, el Centro de Estudios Borjanos, que carecía de locales, decidió
utilizar aquel espacio, abriendo un acceso por los porches de la plaza. Se
habilitaron dos plantas, comunicadas por una escalera de caracol y cuando se
quiso continuar hacia arriba, otras personas se habían adelantado. Allí
estuvieron nuestras oficinas durante muchos años y allí siguen estando nuestros
almacenes.
En
la planta baja el Centro instaló la primera oficina de Turismo que existió en
Borja, bajo la tutela de un Centro de Iniciativas y Turismo creado al efecto.
Allí se colocó la portada de piedra que todavía permanece y un rótulo realizado
en hierro por Manuel Giménez Aperte, con la palabra “Turismo” que ha
sobrevivido en la actual oficina de Turismo del arco de la Carrera.
Esa
portada procedía, como ya hemos recordado en alguna otra ocasión, de un antiguo
palacio de la calle Carreteros de la que había sido desmontada y estaba a punto
de perderse.
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