La plaza de la Dula o
Adula de Magallón, es una plaza de planta triangular, delimitada por las calles
Baja, y Santa María, en la salida de la villa hacia Agón. Su nombre recuerda a
la institución de la “dula”, “vicera” o “vecera”, por la que los vecinos
reunían sus ganados o animales de labor para que pastaran juntos en los montes
comunales, bajo el cuidado de un pastor sufragado por todos ellos.
Habitualmente, la palabra “dula” hacía referencia a los animales de labor,
mientras que la de “vicera” se aplicaba a los ganados.
Actualmente el centro
de la plaza lo ocupa una isleta con una fuente de piedra artificial y de
producción industrial sin ningún interés.
Sin
embargo, durante varios siglos allí estuvo emplazada una hermosa fuente de la
que se conservan imágenes, pues fue desmontada en los años 70 del pasado siglo
para facilitar el tráfico rodado y sustituida por otra más pequeña que no es la
actual.
Como puede apreciarse,
era de doble uso, pues servía de fuente pública y de abrevadero. Estaba
construida en sillería de caliza y, aunque la acequia principal de la villa
pasa a escasos metros de ella, se alimentaba del sobrante de otra fuente
próxima situada a una cota superior, en la calle Santa María, la llamada “fuente
del perro", también desaparecida. El agua discurría de una a otra a través
de caños de los que aún quedan restos.
En la primera de las
fotografías que reproducimos aparecen, apoyados en el pretil:
Rosario y su sobrino Abelardo Ruberte. La segunda imagen, de peor calidad nos
permite apreciar las piedras de protección situadas frente a la fuente que
constituían una limitación para la circulación de vehículos.
Afortunadamente, cuando
se deshizo, muchos de sus elementos fueron utilizados como muro de contención de
una bodega, lo cual permite abrigar la esperanza de que pudiera ser recuperada.
Mientras tanto, Pedro Domínguez Barrios que es el autor de las fotografías y
esquemas ha elaborado los alzados que reproducimos a continuación.
La pila del abrevadero, de planta rectangular,
estaba en su lado norte, (hacia la calle Santa María), y la de la fuente, de
planta semicircular, al lado sur, (calle Baja), ambas conformadas por un pretil
de perfil moldurado. El cuerpo central que dividía estos ámbitos, era un prisma
rectangular, flanqueado en sus lados menores por molduras curvas de dos
cuerpos, a modo de aletas: basa rectangular sobre el pretil, moldurada en su
extremo, y sobre ésta, un cuarto de esfera con incisiones radiales. Tenía una
decoración de cajeados en su centro y aristas, entre los cuales se disponían
los dos caños de la fuente. Un pequeño alero de moldura clásica recorría el
perímetro del prisma, y soportaba una pieza moldurada a modo de frontón,
coronado por un piramidón. Desconocemos la fachada al abrevadero de este
cuerpo, al carecer de fotografía, que suponemos sin ornato.
En
las imágenes siguientes aparece el estado actual de la plaza y su aspecto con
la fuente reconstruida, gracias al montaje realizado por Pedro Domínguez.
Pedro ha querido
recordar también a Manuel Miguel “Manolete”, un zapatero que durante muchos
años, en el lugar señalado de la fotografía, muy cerca de la fuente, dio un
excelente servicio a todos los magalloneros.
¿Cuando vamos a restaurar este monumento que era la fuente original?. Cuantos chaapuzones nos dabámos en los encierros de las vacas.
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